Una persecución, un pase de inmigrantes en moto de agua y dos menores coordinados en Ceuta para facilitar el pase de un adulto. Y entre uno y otro, la cooperación entre Guardia Civil y Policía Local.
La historia de este suceso se produce en la tarde de este jueves festivo. Un menor al frente de una moto de agua pasó a un adulto inmigrante iniciándose una persecución por parte de la Guardia Civil que comenzaba a la altura del Chorrillo.
El piloto llegó hasta la zona del foso donde abandonó el vehículo acuático para emprender la fuga. El inmigrante echó a correr mientras que el menor se montaba en una motocicleta pilotada por otro adolescente buscando así escapar del lugar.
La Benemérita pudo localizar al inmigrante y la moto, mientras que una patrulla de la Policía Local que estaba por la zona se hacía con los dos menores.
Se evidenció una cooperación entre Benemérita y Policía Local.
Ahora habrá que esperar si cabe resolución judicial al respecto contra ambos jóvenes.
Presión en el mar
Este suceso se enmarca en el repunte de la presión que se ha registrado en estas semanas con intentos de pase de inmigrantes en embarcaciones.
De hecho, la Benemérita ha abortado ya traslados irregulares de personas por mar, deteniendo a personas implicadas en estos trasvases.
En otros casos no ha sido posible, como sucedió hace una semana en el Sarchal, donde un traficante de personas embarrancó una recreativa cargada de personas logrando escapar.
Los traficantes de personas no reparan en arrojar a los inmigrantes al mar si se sienten perseguidos. Eso es lo que hizo un pasador hace unas semanas obligando a arrojarse al agua a un inmigrante que no ha aparecido.
A pesar de las intensas labores de búsqueda organizadas por Salvamento y Guardia Civil no se ha dado con él.
Lo de estos dos elementos se llama cultura del esfuerzo.
Si le metieran un buen correctivo al menos serviria de ejemplo.