“Sabemos que no es nuestra basura, pero es nuestro planeta y nos importa”. Con este lema varios de los acogidos en el centro de
La Esperanza salieron del albergue de Ceuta para llevar a cabo una iniciativa digna de ser destacada: retirar toda la basura con la que se encontraban a su paso por la zona de San Antonio. Y lo hicieron tan en profundidad que retiraron del lugar más de 100 kilos de plásticos, cartones, envases de zumos, restos de todo tipo... hasta piezas de coches.
Bien pertrechados por fuera -con su ropa y las bolsas de basura- y con el máximo interés y el deseo de colaborar por dentro, estos menores salieron al monte para invertir horas y horas de la jornada en intentar
sanear este lugar después de que los incívicos de siempre lo confundieran con un gran vertedero.
La iniciativa, coordinada por el área de Menores, es una más de las que se lleva a cabo con los
MENA mientras están acogidos en el centro de Hadú. Atrás quedan las celebraciones de cada jornada especial en el calendario o todas aquellas actividades con las que intentan integrarse, aprender el idioma y aprovechar el tiempo que permanecen en nuestra ciudad acogidos.
Este lunes su labor se centró en limpiar lo que otros ensucian, en avanzar en ese cuidado medioambiental tan necesario y en recuperar los espacios verdes comunes retirando toda aquella basura que contamina y que además es un foco de riesgo permanente.
“Es nuestro planeta y nos importa”, se remarca en la iniciativa. Y tanto importa que los que son etiquetados como criminales, los que son continuamente culpabilizados de todo lo que sucede por algunos medios de comunicación y partidos políticos, resulta que se esfuerzan en llevar a cabo actos que persiguen el bien común, empatizando con la necesidad de solventar los problemas medioambientales que están a la orden del día y que no hacen sino dañar ese pulmón común para todos los ciudadanos.
La meta se ha conseguido: más de 100 kilos de residuos de todo tipo retirados de nuestros montes. Pero hay más actos por llevar a cabo, más interés y más deseos por seguir con los proyectos que, luchando contra viento y marea, llevan a cabo desde la Ciudad Autónoma a través del equipo que trabaja sin perder el tiempo en las trabas sin sentido que siempre se encontrarán en el camino.