La autoridad judicial ordenó ayer la entrada en el centro de
Punta Blanca de los
menores implicados en el
grave apuñalamiento ocurrido en el centro de Piniers, en la noche del pasado jueves. Apuñalamiento que derivó en dos heridos, uno de ellos grave que tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario al verse afectado por alcance de arma blanca en el hígado y pulmón. Ingesa no ha informado, a pesar de que se le preguntó desde este medio, sobre el estado de este adolescente. Además del internamiento por la agresión, ha habido otro por robo.
El motivo de esa trifulca no fue otro que la acusación por robo de un teléfono móvil. De eso se pasó al empleo de un arma blanca -también recuperada por la Policía Local- que fue empleada para la comisión de hasta cinco puñaladas, la amplia mayoría en la espalda salvo una que fue la de gravedad. La medida judicial adoptada por estos hechos ha sido la cautelar de internamiento en el centro de Punta Blanca a la espera de que haya juicio, teniendo como clave la valoración de la evolución sanitaria que tenga el menor ingresado en el Hospital.
En el entorno de Piniers han surgido ya varios conflictos que han afectado directamente a menores. Algunos por agresiones entre ellos, pero otros porque gente externa al centro ha pretendido consumar algún tipo de agresión o altercado que ya ha motivado la intervención de la Policía en varias ocasiones. Así también constan como hechos recientes algunas agresiones a personal de seguridad o a trabajadores que prestan allí sus servicios. La Ciudad tiene previsto echar el cierre a este asentamiento provisional en las próximas semanas, debido a que no reúne las condiciones para su habitabilidad permanente.
Para alcanzar este fin, se están llevando a cabo obras en el centro de Hadú que funciona desde hace años como albergue. La idea es ir favoreciendo los ingresos de estos menores en una planta concreta para que haya diferenciación entre los ‘recién llegados’ y los que ya llevan su tiempo bajo las riendas del equipo directivo de este centro.
La Ciudad sigue teniendo una asignatura pendiente en cuanto a disponibilidad de instalaciones para la acogida de Menores Extranjeros No Acompañados cuyo número va fluctuando poco a poco pero puede alcanzar picos difícil de ser controlados.