A veces las semillas tardan en germinar. Dos años después, las responsables del Programa para la Prevención de la Delincuencia de Menores Extranjeros en Situación de Calle en Ceuta (PREMECE) han presentado para toda Europa los resultados de una estrategia “de política pública” puesta en marcha por el Área de Menores de la Ciudad que dirige Antonia Palomo “Los resultados alcanzados muestran la conveniencia de que se extienda su actuación más allá de los muros de los centros de protección y reforma cuando en el ámbito de su competencia hay menores en situación de calle”.
El programa no solo ha permitido “conocer mejor las dinámicas de calle y los menores que se encuentran en ella, sino también determinar una intervención propia y coordinada, propia de una política pública efectiva y eficiente con una adolescencia en peligro”.
Según los resultados del trabajo, “los desafíos encontrados durante su implementación, como la falta de un local, la gran movilidad de los menores, la falta de recursos para hacer frente a la drogadicción o a la falta de localización fueron importantes”.
“Tenerlos en cuenta”, advierten las conclusiones del trabajo, “es fundamental a la hora de pensar la continuidad de esa política”.
Desde el puto de vista de los autores y responsables del trabajo de campo, en las entrevistas con “agentes clave de la Ciudad para su evaluación” el grado de satisfacción expresado fue de media del 3,9 sobre 5.
Entre los aspectos más valorados del PREMECE están “los resultados conseguidos con los menores que decidieron ingresar en el centro de protección o volver con sus familias a Marruecos”.
Se han diseñado protocolos contra la victimización de menores de todo tipo
Por oro lado, entre los aspectos negativos se señaló, por encima de todo, “la falta de recursos del programa y la necesidad de potenciar la comunicación entre el equipo DRARI [de trabajo en la calle con los menore solos migrantes] y los agentes clave de la Ciudad”.
A pesar de ello, ante la evaluación del programa “los agentes clave pudieron valorar de manera más completa los dos años del proyecto piloto”.
Ello quiere decir que, sin “olvidar los desafíos pendientes”, la buena valoración general del proyecto “reafirma la necesidad de seguir trabajando coordinadamente”.
El programa desarrollado revela que para los intervinientes “mayor y mejor coordinación con agentes clave concernidos con la protección de los menores y la prevención de la delincuencia” es necesaria.
A partir de ahí, desde el PREMECE “se han organizado seminarios y reuniones periódicas con diversos agentes para reflexionar de manera conjunta sobre la mejor forma de coordinación y de organización de las tareas relacionadas con los menores en situación de calle”.
A partir de ahí “se diseñaron protocolos de actuación” y “surgió la idea de llevar a cabo una colaboración directa·” de agentes de la Policía Local con el equipo DRARI para hacer más traslados de menores para hacer la reseña y “una comunicación directa entre menores y policía en casos de victimización”.