No todo vale. Aunque hemos llegado a un extremo de despropósitos y odio que parece que las líneas de lo permitido y lo no permitido se hubieran difuminado hace tiempo. La Fiscalía ha abierto una investigación por posible delito de odio en el cartel de Vox contra los menores inmigrantes. Ya saben, los MENA que son tan malos, que no son los hijos ni de Mabel Deu ni de nadie y que donde mejor estarían sería en una cárcel. Esos MENA tan malos que, según la campaña de Vox en Madrid, se llevan 4.700 euros al mes mientras tu abuela se lleva una pensión de 426 euros después de haber levantado España. En fin, que todavía haya quienes se crean este tipo de mensajes falsos y además extremistas es preocupante. Pero sí, los hay. Por eso Vox publica ese tipo de mensajes, porque hay quien se los compra, y por eso Vox consigue lo que consigue, arrastrar a base de mensajes impacto a los que ya de por sí piensan igual que ellos y a los que, sin hacerlo, terminarán haciéndolo enganchados por el mensaje fácil, el mensaje extremo que cala en momentos de necesidad. Si a esto, además, le añades la selección de noticias (muchas veces falsas y no contrastadas) que hacen el juego de su mensaje, tienen el resultado perfecto.
La Fiscalía investigará si existe un delito de odio. Lo hará como si fuera algo extraordinario, como si no hubiera miles de ejemplos como este que ni han sido denunciados ni investigados de oficio. Porque entre otras cosas nos hemos acostumbrado a leer y a escuchar tantas burradas que o bien nos hemos inmunizado o, lo peor, terminamos dándoles un margen de credibilidad o callando por miedo a los demás.
El MENA que se lleva la pensión de tu abuela ha conseguido lo que se pretendía. Da igual que sea mentira. Eso no importa.