La familia de Soodia Mohamed Ahmed Chairi, la vecina del Príncipe Alfonso fallecida este trágico jueves y que Ingesa contabiliza como víctima del coronavirus en Ceuta, está rota de dolor. Desconsolados por su fallecimiento dicen que se “ha ido la luz de la casa” porque, aunque el querido patriarca de los ‘Rhooni’ aún vive, ella siempre los reunía a todos. “Cuando ayer –por este viernes- volví a casa después del entierro en Sidi Embarek, vi a mi abuelo solo y me di cuenta de que esto nunca volverá a ser igual”, confiesa una de sus nietas, Yusra Mohamed Hichou.
El carácter caritativo de Soodia no es solo popular en el Príncipe Alfonso, sino también fuera de nuestras fronteras, en Bélgica u Holanda, porque su generosidad hizo posible que, inmigrantes marroquíes que encontraban cobijo provisionalmente en las calles de la barriada, tuviesen algo que comer. Hace poco una de estas personas localizó a su nieta a través de redes sociales y solo tuvo palabras de afecto hacia su abuela. “Me dijeron que nunca podrán olvidar todo lo que hizo por ellos. Es, ha sido, una grandísima mujer”, comenta Yusra aún con la pérdida reciente.
El funeral no pudo realizarse como sus seres queridos hubiesen deseado, en la intimidad del hogar, como recuerdan que se ha hecho desde siempre, rodeada de los suyos en una última despedida. Solo han recibido el pésame por teléfono. Al menos pudieron verla fugazmente cuando la preparaban para el entierro, de dos en dos, aunque muchos de ellos tuvieron que hacerlo desde la lejanía, fuera del cementerio musulmán. Así evitaban las aglomeraciones de acuerdo con las directrices sanitarias, pero también por responsabilidad y por su abuelo, que tiene la salud delicada. En este punto, la indignación invade a Yusra Mohamed Hichou, su nieta: “La han enterrado en una caja sin saber si ha muerto por el coronavirus o no”.
“¿Cómo saben que murió de covid si no le han hecho la prueba?”
El desasosiego de esta familia, aparte de por la pérdida de un ser querido, viene de que Soodia haya sido dada por víctima del COVID-19 en Ceuta cuando la única prueba diagnóstica que le practicaron data del 22 de octubre y ella falleció el 5 de noviembre. “¿Cómo pueden decir en un informe que murió de covid si no le han hecho la prueba? No lo entendemos”, se preguntan sin encontrar una explicación plausible. Defienden que Ingesa, después del primer resultado positivo, debería haberle realizado otra prueba más adelante como, aseguran sus nietas, solicitaron en multitud de ocasiones desde su primera estancia en Observación del Hospital Universitario. Sin embargo, critican, Ingesa nunca pudo corroborar si su abuela seguía dando positivo porque nunca más volvieron a someterla a la prueba.
Los ‘Rhooni’ comparan el caso de Soodia con el de su hermana, también hospitalizada en Ceuta por coronavirus, y a quien Ingesa ha hecho la prueba en tres ocasiones. Esta familiar ingresada tiene 83 años y es mayor que la fallecida, cuya edad oscilaba entre los 78 y 79 años.
Su nieta Yusra, en nombre de toda la familia, sigue pensando que no se puede saber si Soodia ha sido víctima del coronavirus o no porque presentaba otras patologías. “En el Hospital nos dijeron que tenía una neumonía muy grave, también tenía mal un riñón y el corazón. Nos comentaron que se estaba apagando como una vela… Pero nunca confirmaron con una prueba que se la haya podido llevar el coronavirus”, reitera la portavoz familiar.
Lah i dajal rahma ul magfira,gran familia,buena mujer y buenos hijos😞
Allah idajal 3lik rahma u mogfera, gran persona y vecina.🤲🙏😔 Muy querida por todos. Mi mas sentido pésame a la familia.