Menores marroquíes acogidos en el centro de La Esperanza, en Ceuta, han participado en un taller de elaboración de torrijas, el postre típico de la Semana Santa española.
El objetivo principal de esta actividad ha sido fomentar el intercambio cultural, la convivencia y la integración social a través de una actividad culinaria tan propia de estos días.
Son objetivos por los que trabaja este centro, ubicado en el corazón de Hadú. No lo hace ahora, lo lleva haciendo años y no solo por Semana Santa, ya que lo hace con todas las tradiciones que deben ser aprendidas para ser respetadas.
Experiencias prácticas
Esta iniciativa busca acercar a los menores marroquíes, que han llegado a Ceuta bordeando en muchos casos los espigones fronterizos, a las costumbres locales mediante “una experiencia práctica, creativa y significativa”, explica el centro.
Son actividades importantes porque les permiten “comprender y valorar aspectos culturales del país de acogida”, añaden.
Esa es precisamente la clave, conocer el país en donde se está, sus tradiciones y costumbres para aprender de ellas y respetarlas. Se ha hecho siempre, además sin polémicas.
¿Por qué este taller?
La elección de este taller de torrijas no solo responde a su vínculo con las tradiciones españolas, sino también a “su sencillez y versatilidad”, ya que “pueden adaptarse fácilmente a las diversas restricciones alimentarias de los participantes, respetando así los principios culturales y religiosos de los menores”, indican.
Además, el taller “proporciona un espacio colaborativo, donde los menores pueden trabajar en equipo, mejorar sus habilidades de comunicación en español, fortalecer su autoestima y desarrollar hábitos de autonomía y responsabilidad”.
Esta actividad lúdica y educativa ha propiciado el diálogo sobre las tradiciones propias de su país, favoreciendo el respeto mutuo y la construcción de una identidad multicultural.
Así se hacen las mejores torrijas
Los menores, ayudados de los educadores, han aprendido a hacer las mejores torrijas utilizando rebanadas de pan, huevo para rebozarlas, canela y limón para darles el mejor sabor y leche, entre otros ingredientes.
Y así, estos auténticos chefs de ‘La Esperanza’, gorro en cabeza y delantal al pecho, además de sus guantes, han realizado unos postres tan ricos que han causado sensación en el propio centro de acogida.
No se les ha pasado ni un solo detalle, realizando unos manjares que además llevan el sello de la convivencia por bandera. Sin duda, por eso precisamente, son las mejores torrijas que pueden disfrutarse.
Más actividades
En el centro de ‘La Esperanza’ hacen múltiples actos con tal de favorecer esa integración, pero, sobre todo, ese aprendizaje de las demás culturas.
Esta Semana Santa repiten taller de torrijas, días atrás, con motivo del traslado del Medinaceli, entregaron un ramo de flores como señal de respeto. Fue un acto idéntico al del año pasado y que ya se ha convertido en todo un símbolo para los menores.
En ‘La Esperanza’ no se pierden ningún acto marcado en el calendario o que forme parte de las tradiciones de todo. Y no se lo pierden ya que organizan múltiples talleres para favorecer el conocimiento que es, sin duda, la clave del respeto.
Acogida
La Ciudad dispone de varios recursos de acogida para atender a los menores llegados desde Marruecos.
Al centro de La Esperanza se suman los que se han tenido que disponer de manera extraordinaria tanto en las naves del Tarajal como en explanadas como la de Piniers, así como hostales o casas que se han convertido en puntos de acogida dada la cantidad de inmigrantes que han podido cruzar hasta nuestra ciudad.
Ahora mismo hay 428 menores repartidos en los distintos puntos de acogida.
Las de la "convivencia"...? los Playmobil también de la "convivencia"...