Medio siglo vibrando con la Legión

Cincuenta años al servicio de la Legión. El comandante retirado Joaquín Miranda se alistó en este Cuerpo en el año 1965 y su primer destino estuvo en el Sáhara. Incluso una vez retirado sigue estando al lado de los legionarios. No en vano, sus conocimientos de carpintería le permiten subir todos los días hasta donde se encuentra la Plana Mayor del Tercio en el Serrallo, en Ceuta, donde está restaurando varios salas noble del edificio.

Como decíamos antes, el caballero legionario Miranda se marchó voluntario de la Legión al Sáhara hasta que se produjo el abandono de nuestro país de la colonia. Pero reconoce que la vida de la Legión en el desierto es la misma que se puede hacer en cualquier otro lugar donde esté este Cuerpo: “La única diferencia es que nosotros realizábamos nuestras maniobras en el desierto, pero luego, en el cuartel, estaba la vida legionaria y hacíamos igualmente todos nuestros actos”.

Cuando llegó el año 1975 se vino destinado a Ceuta y salvo un período de ocho meses en Melilla siempre ha estado aquí hasta que se jubiló en 2005, pero sigue viviendo en nuestra ciudad. Llegó a una Ceuta en el 75 con tres acuartelamientos en el Serrallo, en García Aldave y en el Jaral. Diez años allí hasta que en 1985 se disolvió la VI bandera y pasó a la V.

Su gran amor y pasión es La Legión y su norma de vida el credo legionario “que es el que rige nuestras vidas. Entiendo que esos espíritus son perfectamente aplicables al día de hoy, porque no se dice en ellos nada incompatible con los tiempos actuales”. Uno de esos espíritus es el de compañerismo que en la Legión se acentúa mucho más, aunque el comandante Miranda explica que “el compañerismo no es solamente en La Legión, sino también en todos los cuerpos militares, es consustancial con la vida militar”.

Y con sus compañeros en infinidad de ocasiones ha cantado ‘El Novio de la Muerte’ que “viene a definir un poco lo que es realmente la vida legionaria y cuando uno lo canta con fuerza desde dentro como cualquier otra canción que te encanta”.

Como nos decía el comandante sus conocimientos de carpintería le llevaron también cuando estaba destinado en la VI Bandera a montar unos barracones que habían llegado para los reclutas y que nadie sabía instalarlos, pero él ya había hecho esta labor en el Sáhara y la repitió en el Jaral.

Ha tenido la oportunidad de desfilar en varias ocasiones ante Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, tanto en La Coruña como en Madrid y explica que en esos momentos “la responsabilidad es mucho mayor porque te está viendo prácticamente toda España”. Recuerda que cuando se encontraban formados para iniciar los desfiles ya los ciudadanos comenzaban a dar vivas a la Legión y a aplaudirles con lo que “te vienes arriba y te da la vida”.

Y en ese aspecto le preguntamos las razones por las cuáles la Legión es uno de los Cuerpos militares de nuestro país que reúne más querencias y señala que “desconoce las razones, pero he podido comprobar personalmente que tanto a nosotros como a la Guardia Civil se les quiere mucho en todo el país”.

Un cariño que se ve ampliado en una ciudad como Ceuta donde el comandante Miranda lo ha podido comprobar en infinidad de ocasiones, no en vano lleva entre nosotros más de media vida, casi cuarenta y cinco años. “A la Legión se la quiere siempre. Recuerdo que cuando nos fuimos del Sáhara y se envió a uno de los Tercios a Fuerteventura no querían que nos quedáramos allí. Tras decidirse que ese Tercio se fuera a Ronda, entonces los propios políticos del lugar comenzaron a moverse yendo incluso a Madrid para que no se fueran de allí”.

Sabe que el año que viene será un testigo de los actos que tendrán lugar en nuestra ciudad con motivo del centenario de La Legión y que el 20 de septiembre de 2020 estará el acuartelamiento de García Aldave. “Y ese día estaré orgulloso de haber estado al lado de la Legión durante 55 años”.

No se adaptó bien al pasar a la reserva

Ese día de 2005 en que se tuvo que despedir, de manera definitiva, de la vida militar no lo recuerda con mucho cariño ni mucho menos. Decía adiós a lo que había sido su vida durante más de cuarenta años y reconoce que “parecía que me falta algo. Incluso estuve a punto de separarme de mi mujer, porque en cuanto me decía algo saltaba como un lobo”. Lo que pasa es que al final el tiempo pone todo en su sitio y con el paso de los meses el comandante Miranda se fue templando y asumiendo que tenía que comenzar una nueva vida.

A pesar de ellos esos conocimientos de carpintería le volvieron a dar vida y desde hace varios años colabora todos los días subiendo a donde se encuentra la Plana Mayor del Tercio en el Serrallo. Fue el coronel Yago el que le mandó llamar por mediación del coronel Román y le propuso restaurar varias salas de este establecimiento militar. Y hasta allí va todos los días para echar unas horas y lo cierto es que se encuentra muy satisfecho de como está quedando el trabajo que sigue desarrollando.

Le preguntamos por el futuro que le ve a la Legión y señala que con las nuevas tecnologías los Ejércitos se irán reduciendo, “pero la Legión sigue teniendo mucho futuro, no en vano también cuando los legionarios marchan a otros países en misiones internacionales también se vienen con el afecto de todos los que les han tratado”.