La Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas está sopesando la posibilidad de ampliar la dotación en algunas de las playas que en la actualidad no tienen la calificación de zonas de baño. Así lo ha explicado su titular, Gregorio García Castañeda, a su paso por los micrófonos de COPE Ceuta, que recuerda que no todo el litoral está considerado, a efectos oficiales, como zonas de baño “porque para eso hay que realizar determinados análisis del agua, de la arena o dotar las playas con una serie de servicios y un control riguroso y exhaustivo de las condiciones en las que se encuentra en todo momento”.
Entre las playas que son susceptibles de esta nueva condición se encontrarían por ejemplo la de Santa Catalina, Potabilizadora o San Amaro. En estas zonas del litoral la actuación de la institución local es limitada. Por ejemplo en San Amaro se aplana, “pero ya me gustaría a mi ponerle sombrillas, servicios como duchas y ahora mismo no se puede porque no es zona de baño”.
“Más que de tener playas con la Bandera Azul o la Q de calidad turística lo que pretendemos es que algunas de estas playas que son utilizadas de manera cotidiana por el ciudadano sean consideradas a todos los efectos como zonas de baño”, explicó, “porque lo que no es lógico es que Ceuta, estando rodeada de agua por todos los lados, tenga tan pocas zonas de baño”, apuntilló.
Como el proceso es largo y complejo y aunque es intención de la Consejería de Medio Ambiente comenzar cuanto antes, lo cierto es que esa calificación deberá esperar al menos hasta el próximo verano, “porque los análisis se deben realizar al menos durante un año”. Lo que ya están haciendo los técnicos es preparar la documentación para que las playas que aún no tienen esta calificación puedan ser utilizadas para el baño “sin que sea algo que corre bajo la responsabilidad del usuario”.
En cualquier caso, para García Castañeda lo importante es la “apuesta” por recuperar estas playas para uso y disfrute de los ciudadanos “porque es algo que nos lo están demandando los ciudadanos”.
Inspecciones y recogida periódica de muestras La vigilancia de las aguas de baño está basada fundamentalmente en la inspección, la toma de muestras, el análisis de las aguas y la calificación de las mismas siguiendo los criterios establecidos en el Real Decreto 1341/2007. En las zonas de baño, a la visita y toma de muestras inicial, le sigue, con carácter quincenal, un seguimiento analítico de la calidad de agua de baño que determina su calificación sanitaria. En el caso de Ceuta, y según los datos recogidos en el último informe sobre la calidad de las aguas de baño en las playas, todas las analizadas, desde Tarajal a Calamocarro o Ribera, presentaban una calidad excelente.