A pesar de que las medidas de la
Delegación del Gobierno en Ceuta estaban probando su eficacia a la hora de descongestionar la carretera de la frontera, la
N-352, el problema al término del paso del Tarajal sigue siendo el de siempre: los vaivenes y los cambios de criterios de Marruecos. Durante la noche de este martes se ha formado una pequeña cola de coches que ya habían superado la
zona de embolsamiento de
Loma Colmenar. El motivo: las autoridades marroquíes han ralentizado el tráfico de vehículos que estaban esperando para cruzar. La cola, de una veintena de coches, no llegaba hasta la rotonda del
Hospital Universitario de Ceuta. Lo mismo ha ocurrido con los pases a pie. También este martes por la tarde se ha vivido un pequeño conato de avalancha cuando unas 200 personas se había concentrado en la pasarela de salida hacia el vecino país. Poco después, las autoridades marroquíes volvieron a agilizar el cruce, con lo que se ha evitado recordar estampas recientes. Se da la circunstancia de que Marruecos también ha complicado el porteo durante esta misma jornada: el temor a decomisos ha provocado también que se haya cesado esta actividad y el polígono del
Tarajal II haya cerrado temporalmente sus puertas. En la explanada de Loma Colmenar
se han concentrado un gran número de vehículos desde primera hora de la mañana.