Cada año en el mes lunar de Rabî‘ al-Áwwal, la Asociación Cultural Al Idrissi celebra la conmemoracion del Máwlid, con el resto de la Ciudad de Ceuta- el nacimiento de Sidnâ Muhammad.
Las actividades dan el viernes 31 en el auditorio del Revellín a las 17 horas con un concierto de música sacra (anachid) a cargo de los grupos de corales alevines, infantiles, el nuevo grupo Noor de Ceuta y el Grupo azZohor, y como invitado especial el cantante internacional Hicham Karim.
A partir del lunes en el centro cultural se desarrollará una exposicion de las Joyas del Profeta y conferencias a los alumnos sobre la vida de nuestro profeta Muhammad.
¿Por qué se celebra el Mawlid?
Miles de ciudadanos ceuties y millones de musulmanes en todo el mundo conmemoran desde hace varios siglos el nacimiento del Profeta Muhammad
La mención más antigua que se conserva de celebraciones públicas del ‘Mawlid’ se encuentra en la obra del historiador andalusí Ibn Yubáir en el año (1145-1217).
En Ceuta, la tradición del Mawlid llegó en el siglo XIII en el año 1250 siendo el que instauró su implantación el Cadí (Gobernador) Abu- Abbas al-Azafi, quien fuera además el epónimo de los Banu-Azaf, dinastía local que regentó Ceuta durante setenta y cinco años.
Desde este pequeño enclave, dicha festividad fue exportada al resto de los reinos que gobernaban la franja magrebí y Andalusi,
En la noche del Mawlid reina un deslumbrante espíritu festivo: todas las mezquitas se iluminan y las voces se alzan en el horizonte en un sonido solemne que hace vibrar el alma de los creyentes.
La comunidad musulmana celebra el #Mawlid 2017 en #Ceuta https://t.co/9OfgW5AYxx pic.twitter.com/FaHyPXAYbl
— El Faro de Ceuta (@ElFarodeCeuta) 30 de noviembre de 2017
¿Cuál es la tradición?
Las mujeres preparan el cuscús y lo envían a las mezquitas como ‘sadaka’ (don )”.
Después de intercambiar visitas entre la familia y los vecinos, los hombres se dirigen a las mezquitas para recitar versículos del Corán y del ‘madeh’ (poemas dedicados a elogiar al profeta) y las mujeres se reúnen en casa para iniciar unas veladas rituales y armónicas del ‘madeh y el dikr’ que duran hasta el amanecer evocando la grandeza del profeta y sus actos privilegiados.