Cuatro de los seis menores detenidos pasan hoy a disposición judicial. En minutos las fuerzas de seguridad detuvieron a los presuntos implicados en los acantilados del Recinto
Intentaron atracar a la víctima, Ibrahim Arraoui, de 20 años y de Tetuán
De las tres puñaladas, una recibida en el corazón lo mató
Se llamaba Ibrahim Arraoui. 20 años recién cumplidos el pasado 25 de febrero. Natural de Tetuán. Ayer perdió la vida a puñaladas en la calle Independencia a manos, presuntamente, de varios menores. Tres puñaladas en total y una mortal de necesidad recibida en el corazón. El equipo de la Unidad Móvil de Emergencias del Servicio 061 (UME) encontró al apuñalado ya cadáver, junto al Caballa, donde muchos se arremolinaban ante el cuerpo. Pese a los síntomas que presentaba, los sanitarios le comprobaron el ritmo cardíaco, que se había apagado, y le colocaron una vía periférica en un último intento por asistirle. Algún presente le había taponado las heridas, pero ya era demasiado tarde. Había perdido mucha sangre. Estaba en asistolia y el rostro de la víctima despejaba cualquier duda acerca de su recuperación.
La UME se encontraba en el Hospital Universitario transfiriendo a un paciente cuando recibieron la llamada del Centro Coordinador de Urgencias del 061 (CCU) y este servicio, a su vez, del 112. Los compañeros les alertaron desde la centralita de la gravedad del incidente. La ambulancia salió disparada hacia calle Independencia y, en seis minutos, entre las 16.42 y las 16.48 aproximadamente, estaba junto al herido de muerte después de sortear el atasco provocado por los curiosos que aminoraban al pasar al lado del lugar donde el joven se desplomó.
No fue la última asistencia que tuvieron en el escenario de los hechos ya que, de la impresión por la dantesca imagen en una tarde que invitaba a pasear, una viandante perdió la conciencia y tuvo que ser atendida por el 061. Un servicio complicado el del apuñalado que, pese a su experiencia, también afectó a los sanitarios.
Los hechos tomaban como escenario la calle Independencia a la altura del Club Natación Caballa, frente a la playa de la Ribera. Allí se desplomaba Ibrahim, después de haber mantenido una discusión con varios menores que, al parecer, pretendían atracarle. La víctima se resistió y terminó recibiendo las puñaladas a las que no pudo hacer frente. Un amigo que se encontraba con él escapó del lugar.
Todo sucedía en torno a las 16.30 horas, ante la presencia de muchos testigos, los mismos que además de contemplar la caída de Ibrahim y escuchar sus gritos, vieron cómo varios de los implicados emprendían la huida en dirección al Recinto, señalando a un joven con camiseta amarilla como el presunto autor y a los demás como cómplices. Las alertas saltaron al momento, activándose un protocolo de búsqueda en el que participaron sin excepción todas las fuerzas de seguridad: Policía Local, Nacional y Guardia Civil.
La zona del Recinto, desde Fuente Caballos hasta el Sarchal, quedaba blindada por vehículos policiales. A la frontera del Tarajal también habían acudido tres patrullas ante la posibilidad de huida por esta vía. La intensa búsqueda por parte de los agentes que peinaron los acantilados fructificó en la rápida detención de seis personas, todos menores censados en el centro ‘La Esperanza’, tal y como especificó la Jefatura Superior. Uno de ellos no estaba tutelado aún al haber ingresado hace solo dos semanas.
Buena parte de los detenidos lo fueron justo en los acantilados frente al mirador, a la altura del centro de salud. Otro de los presuntos participantes en el crimen conseguía llegar hasta más allá del local vecinal del Recinto, siendo interceptado en sus acantilados presto a esconderse. Todos fueron interceptados al momento por las fuerzas de seguridad que se coordinaron a la perfección, cerrando todas las vías posibles y trabajando rápidamente para evitar fugas.
Ya en el mar se contaba con el apoyo de una semirrígida del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que se encargó del traslado de algunos detenidos por mar a la base del puerto deportivo, al ser más fácil sacarlos por esta vía. La expectación en todo el Recinto era importante. Cientos de personas se apostaban para contemplar el desarrollo del operativo así como las detenciones.
Todos los menores fueron llevados a las dependencias de la Jefatura Superior en donde quedaron detenidos mientras la Policía trataba de recuperar el arma homicida tanto en la zona de Independencia como en las escolleras. Al cierre de esta edición la Jefatura no confirmó su hallazgo.
Tras varias horas de interrogatorios, contando además con testimonios de personas que presenciaron lo ocurrido, se acordó la entrada en los calabozos de cuatro de los seis menores que hoy serán puestos a disposición judicial a primera hora de la mañana. Los otros dos quedaron en libertad.
Además de detener a los menores, la Policía recuperó las ropas que llevaban puestas al objeto de facilitar las identificaciones de todos ellos. Hasta la Jefatura Superior acudieron también responsables del Área de Menores y del propio centro de ‘La Esperanza’ para confirmar el historial de los detenidos. En este centro se atiende ya a más de 200 MENA, habiendo algunos que rechazan integrarse y que de hecho se fugan de forma continuada o crean problemas, afectando dicho comportamiento a todos los demás internos. A esta circunstancia con la que lucha el Área de Menores se añade la dificultad de dar con unas pruebas 100% fiables que determinen la edad real de quienes se presentan como menores sin serlo. Hay un abanico de personas que dicen tener 16-17 años, ajustando esa protección sin que realmente lo sean, pero los resultados de las pruebas lo determinan así.
Ahora queda por conocer las conclusiones de la autopsia, que serán determinantes para aportar datos sobre un crimen que ayer conmocionó, por su violencia, a toda la ciudad. La Policía tuvo que controlar por la tarde y noche los alrededores del centro de Hadú ya que algunos individuos arrojaron piedras. El centro está vigilado por seguridad privada y agentes de la Policía Local.