Aunque por dimensiones y número de pasajeros los trasatlánticos aparenten ser el gran maná que el puerto puede aportar a la economía local, los empresarios tienen, sin embargo, sus ojos puestos en el nuevo filón de los buques rusos. El último de ellos, el petrolero Vyazma, entró ayer por la bocana sobre las 9.30 para,
con sus 53 tripulantes a bordo, sumarse a la lista de navíos de ese país que han atracado en los dos últimos años y medio en Ceuta. Y en sus bolsillos, como en el resto de casos, viajan también las suculentas divisas que están dispuestos a invertir en el sector comercial y hostelero de la ciudad.
Nada más tocar tierra, el pasaje del Vyazma solicitó el cambio de 50.000 dólares, unos 36.500 euros según la cotización oficial de ayer. Una media de más de 650 euros por cabeza que la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) confía en que, en su mayor parte, revierta en la ciudad en los tres días de estancia prevista. “Nunca podemos calcular si todo ese dinero se invierte en Ceuta porque no sabemos cuáles son las próximas escalas ni si reservarán cantidades para ellas, pero tendemos a pensar que si han solicitado ese cambio lo más normal es que casi todo se quede aquí”, auguraba ayer Alejandro Ramírez, secretario general de la CECE.
¿Y quiénes son los mejor posicionados para recibir esa inyección económica? Según los estudios de la patronal ceutí, quienes juegan con ventaja por su atractivo para estos visitantes son los establecimientos de alimentación, en especial “los de marcas” internacionales más conocidas, además de los de los sectores textil y de electrónica. “Hay que tener en cuenta que en estos casos se trata de personas que acumulan meses de viaje, que tardar mucho en tocar puerto, y que cuando lo hacen desembarcan en las ciudades en busca de todo aquello que no encuentran en sus barcos”, apostilla Ramírez en su diagnóstico.
Esa circunstancia eleva a los tripulantes rusos, para los empresarios ceutíes, a la categoría de objetivo prioritario. “De los datos que manejamos se desprende que valoran de forma muy satisfactoria la oferta que encuentran en los sectores comercial y hostelero”, añaden desde la CECE. Y eso se traduce, casi de forma automática, en un valor que el sector no está dispuesto a desaprovechar. “Todo el impulso que se está dando a este tipo de visitas es muy positivo para la ciudad. Los tripulantes rusos suelen consumir muy por encima de los pasajeros de los grandes cruceros que llegan a Ceuta, que pueden tener más oferta a bordo y al pisar tierra, al final, gastan menos”, insiste Ramírez.
El presidente de la Autoridad Portuaria, José Torrado, comparte la visión del nuevo foco de divisas que representa la constante llegada de navíos de la Armada rusa, hasta 12 a lo largo de 2013 con más de 1.600 potenciales compradores pisando tierra. “Hay que potenciar esas estancias. Si es bueno para el puerto, es bueno para Ceuta”, remarca.
Agua y dos toneladas de alimentos
Frente a la tónica habitual, el Vyazma no ha solicitado avituallamiento de combustible por una cuestión lógica: es un petrolero y llega con reservas suficientes para continuar su viaje. La nave capitaneada por Alexey Chursin sí ha pedido 200 toneladas de agua y otras dos de alimentos con los que abastecer a su tripulación durante las estancia y las sucesivas semanas de trayecto en alta mar. También ha solicitado a EcoCeuta la retirada de la basura acumulada, según confirmaron ayer fuentes de la empresa consignataria. Tras entrar a primera hora de la mañana en el puerto, permanecerá en Ceuta hasta las 11.00 del jueves. Con 115 metros de eslora y 17 de manga, el Vyazma ya atracó en la ciudad en diciembre de 2011, realizando en aquella ocasión labores de apoyo a otros dos buques de guerra de la Armada rusa.