Es un dato que se ha comentado en muchas ocasiones a lo largo de estos meses de aplicación del
Estado de Alarma. No solamente la crisis económica derivada del COVID-19 ha sido una consecuencia clave a la hora de la bajada del número de afiliaciones de la Seguridad Social en nuestra ciudad, sino que el cierre de la frontera por parte de
Marruecos desde el paso día 13 de marzo y que luego se confirmó por parte de nuestro país ha sido el elemento esencial en ese descenso.
Según los datos facilitados por el director provincial del
INSS, Alfonso Grande, desde finales del pasado mes de febrero hasta finales del pasado mes de mayo, en total noventa días, el número de bajas en nuestra ciudad han sido de 1.525, pero de ellas 1.079 son del grupo de las empleadas de hogar. Son muchas las familias que decidieron darlas de baja debido a la situación de la suspensión del paso diario a través de la frontera del Tarajal. Con estas cifras en la mano reflejar que como consecuencia directa de la crisis del COVID-19 las empresas dieron de baja a 444 trabajadores. Recordar que gran parte de las mencionadas empresas optaron por la inclusión de sus empleados en los ERTE más que proceder al despido.
Y si nos basamos en estos datos nos encontramos que antes del inicio del Estado de Alarma el total de empleadas del hogar en la Seguridad Social era de 2.157, con lo cual que si 1.079 ya no están inscritas en el INSS es casi un 50% las que fueron despedidas por parte de los empleadores.
Sobre los trámites que se necesitarían cuando se produzca nuevamente la apertura de la frontera sentenció Alfonso Grande que es necesario nuevamente la realización de todos los trámites para ser dados de alta al igual que sucede en cualquier nueva contratación. No entró en los pasos que deban darse en el caso de la Oficina de Extranjería porque no forma parte de sus competencias. Sí quiso recordar que el beneficio de descuento del 20% por la nueva contratación continuará en vigor.