Más de 700 vecinos ya han firmado contra el traslado

Pronto sobrepasarán el millar de firmas para solicitar que el centro de menores se ubique en los alrededores de la barriada de Hadú

No quieren que los Menores no Acompañados vivan en su barrio porque “ni es lo mejor para ellos, ni lo mejor para la barriada”. Los vecinos de Poblado de Regulares, Claudio Vázquez y  Narváez Alonso han recopilado ya más de 700 firmas desde que el pasado mes, en una asamblea vecinal a la que se unieron decenas de residentes de las barriadas de Los Rosales, La reina, Sidi Embarek, Vicedo Martínez y San José, entre todos decidieran que esa era la mejor opción tras la noticia de la Ciudad de alojarlos en el nuevo edificio que se encuentra en la zona, destinado en un principio a ser un albergue para personas sin hogar.
Entonces decidieron reunir firmas con los correspondientes documentos nacionales de identidad de los vecinos para acudir a los responsables políticos de la decisión sin las manos vacías y con el respaldo sobre el papel de centenares de vecinos. Ha pasado apenas medio mes y la Asociación de la zona de Regulares, ya ha conseguido  714 firmas. “Faltan además muchos vecinos y comerciantes de la zona de Los Rosales y Juan Carlos I que han decidido además unirse a esta reivindicación”, explica uno de los representantes vecinales y presidente de la AAVV de Poblado de Regulares, Alí Hamido.
Sobre las últimas declaracines de la Ciudad en las que anunciaban la posibilidad de replantearse la ubicación y que sería tras las elecciones cuando decidieran definitivamente lel lugar definitivo donde vivirían los menores, los vecinos lamentan no creerselo porque “ya nos han mentido en más ocasiones y la verdad es muy triste que las personas que tienen que velar por la ciudadanía lo único que hagan es utilizarla cuando llegan las elecciones a base de mentiras. Ya nos ha pasado, por eso no confiamos en lo que digan. Es indignante esta situación en la que sentimos que se aprovechan de nosotros para conseguir sus intereses y luegos nos dejan abandonados”.
Los vecinos ya han explicado a las autoridades que el problema del traslado iba más allá de la inseguridad que podría suponer para las zonas la llegada de menores “que lo queramos o no, muchos de ellos son problemáticos”, ya que se trataba de una cuestión más complicada relacionada con la existencia de tráfico de drogas en esas barriadas y las continuas denuncias vecinales por los robos, la delincuencia y el vandalismo, algo que creen es mal ejemplo tanto para los menores residentes en la zona como para los que pudieran alojarse en el futuro centro y para toda la vecindad en su conjunto.
Además los vecinos explicaron que si las autoridades no eran capaces de resolver la problemática actual, por mucha seguridad que prometieran y vigilancia y acompañamiento a los menores, sería más complicado solventarla si los menores se trasladaran a una zona del extrarradio de la ciudad, complicada de por sí “y que lucha por integrarse de manera real y con este tipo de acciones lo único que hacen es seguir provocando marginalidad”.