Más de 300 personas desalojadas tras el incendio en Parques de Ceuta

Más de seis horas tardaron los agentes del Cuerpo de Bomberos en poder controlar el incendio provocado en la madrugada de ayer en Parques de Ceuta, en la calle José García Cosío. Un incendio “complicado” de los peores a los que se han enfrentado hasta el momento debido, sobre todo, a las elevadas temperaturas que se alcanzaron -más de 1.000 grados- y la cantidad de humo tóxico contra el que no se podía luchar. ¿Qué sucedía? Que el agua que utilizaban para combatir las llamas se transformaba en vapor al momento, un vapor que abrasa, así que los bomberos se veían obligados a permanecer pocos minutos dentro de esa gran bola de fuego relevándose poco a poco.

Todo el turno, en total 16 agentes, acudieron al siniestro. A ellos se sumaron otros bomberos que de forma voluntaria acudieron, más los que tuvieron que marchar a la base para que allí hubiera personal de retén por si surgía otra incidencia en la ciudad. Entre esos bomberos estaban dos vecinos afectados, Iñaki y Antonio, que tuvieron que pasar, en minutos, de ser víctimas a ser quienes tenían que controlar las llamas.
El incendio se producía a las dos de la madrugada, cuando al menos dos individuos -según las sospechas de la Policía- se adentraron en el garaje de esta segunda fase de la barriada para robar en el interior. Ese se cree que es el móvil porque se encontraron coches abiertos cuando sus dueños los habían dejado cerrados. Tras los robos habrían provocado el incendio. Y lo hicieron a conciencia, utilizando algún tipo de acelerante para provocar una quema importante. Las llamas fueron saltando de coche a coche, así hasta calcinar ocho de ellos y dos motocicletas. Al final se paró en una plaza vacía de aparcamiento que se convirtió en el obstáculo necesario para que las llamas cesaran de avanzar. Curiosamente la tarde del domingo, la Policía recibió la denuncia de varios robos en un garaje de esta zona, así que el móvil del suceso de anoche pudo estar relacionado con nuevos intentos de robo.
“Escuché un ruido, como una pequeña explosión a eso de las dos de la mañana. Me desperté, me asomé a la ventana y vi a un joven salir corriendo. Iba con una camiseta blanca... poco después golpearían las puertas de todos los vecinos para que saliéramos debido al humo”. Quien habla es uno de los vecinos del bloque, uno de tantos que tuvieron que abandonar sus casas. Así hasta más de 300 personas. Los Bomberos tardaron poco más de tres minutos en llegar a la barriada. Por poco no se toparon con alguno de los autores del incendio. Las declaraciones de vecinos como éste están sirviendo de mucho a la Policía, de hecho es la línea de investigación en la que se están centrando. En la escapada del lugar uno de los delincuentes perdió un teléfono móvil y se encontraron unos guantes de látex y una braga. Además un estudiante aseguró que había visto cómo dos individuos entraban en el garaje y cómo, tras la explosión, uno salía corriendo por la parte de arriba del bloque. Se presume que los dos escaparon en distintos caminos ¿Cómo accedieron estos individuos al garaje? De eso se quejaba otro vecino. “Hay muchas llaves, han podido robar alguna o aprovechar que entraba alguien para colarse”, sentenciaba a pie del garaje uno de los afectados. A última hora de ayer se sospechaba del uso de una motocicleta para escapar. La Policía ha pedido las cintas al cuartel militar cercano para cotejar una matrícula.
El hecho es que los autores consiguieron entrar, trastear entre los coches y después provocar la quema. Obraron de igual manera que se actuó en el incendio ocurrido meses atrás en el edificio de Galea y ocasionaron los mismos males. Los bomberos utilizaron 20.000 litros de agua, dos petacas con 50 litros de espumógeno, un equipo de espuma, dos extractores y una cámara térmica para realizar un siniestro que requirió de la colaboración de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía, el 061 y Cruz Roja, quienes desplazaron hasta tres ambulancias.
Desde que se giró la alarma hasta las 8.30 horas estuvieron controlando la situación, pero las labores se extendieron durante toda la jornada. De hecho hasta hoy los afectados no podrán comprobar los daños producidos en sus vehículos ya que se ha ordenado que nadie entre en los garajes. Ayer se vivían momentos de tensión porque nadie sabía si su coche era el que había resultado calcinado. Los policías intentaban tranquilizarles recopilando las matrículas para dar una información acertada. ¿Pero qué pasaba? Que calcinados estaban los ocho coches y las dos motos además de un trastero, pero los afectados se contaban por decenas. “A mí me han dicho que el mío tiene dañados todos los accesorios por dentro... que se han derretido”, se lamentaba un joven. Aunque más lo hacía otro vecino tras conocer que uno de sus coches era uno de los quemados, “y todavía lo estoy pagando”, se quejaba. A su lado el dueño de dos coches, una moto y el trastero. Él fue el más perjudicado de todos. Ayer todavía no se lo creía.Un comerciante chino había perdido también uno de sus vehículos. De hecho su coche fue el primero en quemarse. Con sus tres hijos pequeños y su mujer se había tenido que marchar a las naves del Tarajal tras ser desalojados de su casa. Ya al mediodía intentaba asimilar la pérdida después del susto.
Bomberos tuvo que reforzar el servicio con once efectivos, que se sumaron a los 12 que estaban de guardia. Ellos son los que han explicado las “extremas dificultades” de su actuación, debido al intenso humo que salía del garaje, situado al nivel de la calle, y la nula visibilidad y teniendo en cuenta esas elevadas temperaturas que podían oscilar entre los 800 y los 1.000 grados. “El hormigón empieza a verse afectado cuando se superan los 800 grados y el hormigón se ha derretido”, explicaban. Los bomberos, haciendo uso de cuerdas guía, tuvieron que entrar en varias ocasiones hasta que localizaron el fuego y pudieron extinguir las llamas, empleando agua y espuma, además de los ventiladores para extraer el humo. Se desalojó el bloque afectado y los otros dos colindantes debido a la extensión del humo y su toxicidad. Las familias volvieron a las cinco y media.

Las familias en la calle y fotografiando lo que pasaba

En torno a un centenar de familias, algo más de 300 personas, fueron desalojadas tras recibir las llamadas de advertencia de los bomberos que fueron golpeando en las puertas de las distintas casas. La imagen se repetía en toda la fase, ya que aunque las llamas se centraron en uno de los garajes el humo llegaba hasta los tres bloques cercanos. Los afectados salieron a la calle en donde Cruz Roja repartía un centenar de mantas para combatir las bajas temperaturas. Hay quienes se quedaron en las inmediaciones esperando para volver a sus casas pero mayoritariamente los afectados se fueron marchando a casas de familiares. Había ancianos y niños pequeños. Hubo quien, móvil en mano y en pijama con su bata puesta, hasta sacó imágenes del humo que salía del interior del garaje.

Una bola de fuego

Hasta mil grados llegaron a alcanzarse dentro del garaje, lo que provocó que los bomberos tuvieran que entrar y salir constantemente porque el agua que se utilizaba se transformaba en vapor y quemaba, o más bien, abrasaba. Los coches quedaron completamente calcinados. En la imagen un bombero con una de las matrículas completamente quemada.

El autor se tuvo que quemar

Con las elevadas temperaturas que se alcanzaron y la explosión que se escuchó pasadas las dos de la madrugada los agentes de la Policía lo tienen claro, al igual que los bomberos: el que directamente provocó las llamas tuvo que quemarse, seguro. La Policía Científica conseguía entrar en el garaje pasada la una, comenzando a investigar el foco del incendio para así poder extraer las pistas. “Los restos hablan”, dijeron.

“Esto ha sido un atentado”

Fiel al compromiso que alcanzó con los ciudadanos de comparecer en rueda de prensa en cuanto sucediera un hecho importante, el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, hizo sentarse a su lado al jefe superior de Policía, José Luis Torres, para hacer una advertencia pública. La de que más pronto o más tarde habrá detenciones y contra los autores se intentará hacer prevalecer la tesis de que han cometido un atentado contra las personas y no una mera quema de vehículos, lo que hay quienes han denominado gamberrada.
“Gracias a Dios sólo ha habido daños materiales”, apuntó el delegado, quien advirtió de que la Policía “no parte de cero” en estas investigaciones, porque lleva meses trabajando sobre varias pistas de peso. González Pérez quiso trasladar un mensaje básico en su comparecencia, el de vincular lo sucedido no a una quema como las que ha habido con anterioridad, sino como algo distinto porque, dijo, esto ha sido “un atentado contra las personas”. Y ese matiz es el que quiere que se lleve hasta el final, contando incluso con el visto bueno de la Fiscalía. Recordó que siendo éste un Estado de Derecho, deben funcionar las tres patas: la de las fuerzas y cuerpos de seguridad, la de los ciudadanos y la del poder judicial y Fiscalía. “Espero que todos tengamos claro”, dijo, que lo ocurrido “no es una quema de coches” como cualquier otra sino “un atentado contra la vida de las personas”. Así las cosas el delegado espera obtener esa connivencia de todos alrededor de sus tesis porque, dijo, se trata de un “suceso que excede con creces lo que puede ser un simple delito. Hemos traspasado esa línea”, sentenció. “Ya el daño no se limita a los bienes públicos o privados, ha sido una conducta potencialmente letal de sus inductores... anoche hubo un atentado contra las personas, podía haber habido una desgracia en nuestra ciudad. Es un delito que habría que tipificarlo como otro más grave que afecta a la integridad física de las personas”, aclaró.
“Aquí hay tres patas en el estado de derecho... la tercera es el poder judicial y la fiscalía y yo espero que todos y cada uno de nosotros tengamos claro que hoy ha habido suerte, y ya no podemos hablar de quema de coches sino de atentado contra la vida de las personas”, puntualizó, quizá esperando que por parte del ámbito judicial se intente buscar una penalización mayor sobre este tipo de delitos. ¿Y qué diferencia hay entre incendios como el que ocurrió en Galea o en Parques de Ceuta y el de esta madrugada para que en este concreto el delegado diga que es un atentado contra personas cuando todos fueron similares? González Pérez respondió: “Cambia el delegado, las formas y la petición de actuación a las fuerzas y cuerpos de seguridad y las instrucciones que se dan. No quiero hablar de lo de atrás y no voy a decir cómo se hacían las cosas antes, ahora se hacen de forma distinta, se está exigiendo mucho más empeño y trabajo a los que tienen esa responsabilidad y están respondiendo. Yo puedo hablar de lo que pasa ahora, de lo de antes no voy a decir qué tenían que haber hecho o dicho”, sentenció.
El delegado rompió una lanza a favor de los agentes, recordando que “se está deteniendo a muchísimas más personas porque quizá quien tiene que pedir que se tome conciencia lo ha hecho de otra manera”, apuntó en relación a la gestión político-policial actual. “Sé que Policía Nacional y Guardia Civil están poniendo toda la carne en el asador para que esto se solucione lo antes posible y que los ciudadanos puedan estar más tranquilos de lo que están hasta ahora”.
González confía en ofrecer resultados de personas que, dijo, seguro que tienen antecedentes. Apuntó además que quizá “la presión” policial “que se está ejerciendo sobre ciertos colectivos esté provocando alguna reacción” como estas quemas, “pero esto tiene un límite de tiempo y sé lo que digo porque no me gusta pisar en fango”, apuntó, asegurando que los delincuentes no van a ganar el pulso al delegado. “Las personas van a ser detenidas” y me equivocaré poco si digo que tienen antecedentes penales.

Apuntes

Obra necesaria
Los técnicos  de la GIUCE se desplazaron hasta el edificio para comprobar el estado de la estructura. Finalmente será necesario apuntalar una zona ante el daño sufrido en el forjado; una labor que realizarán los trabajadores de la empresa municipal Obimace.

Condena en pleno
El Pleno aprobó por unanimidad una propuesta formulada in voce por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, en la que ha expresado su “solidaridad” con los vecinos, “su repulsa al atentado” y la confianza y apoyo en el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Vivas destacó la “honda preocupación” que ha provocado este hecho entre los vecinos.