La verificación del caso de rabia en una perra fallecida este lunes y que se encontraba en situación de abandono es mucho más grave que el registrado en la Protectora de Animales en su día. Y lo es primero por la condición en que se encontraba la perra, vagando en mal estado por las calles y pudiendo haber contactado con otros animales, y segundo, porque ni siquiera se conoce el origen de este can. No sabemos de quién era, carece de registro, no sabemos en qué momento su dueño la abandonó, si dispone de más animales y si iba a ser utilizada para criar cachorros. En Ceuta estamos pasando por un abandono brutal en materia animal y un vacío investigador impresionante. Todos estamos viendo el incremento de canes de una misma raza que se está produciendo en nuestra ciudad, cómo muchos de ellos no se tienen en condiciones de seguridad, cómo hay quienes terminan abandonados. Y ante esto no se investiga la posible existencia de criaderos ilegales ni se actúa de manera contundente contra quienes mantienen en condiciones nefastas a sus mascotas. De ahí vienen estas consecuencias, y de ahí viene el que ahora mismo solo sepamos que una perra ha muerto de rabia pero ni dónde ha estado, con quién ha contactado y cómo pudo contagiarse. El hecho de que la frontera esté cerrada no impide que haya animales que crucen los montes y que de ahí haya podido venir un contacto.
Los ciudadanos están cansados de denunciar la existencia de perros maltratados o en mal estado que no son recogidos; lo mismo sucede con gatos. Pero no hay una respuesta al nivel que se requiere en una ciudad en donde la protección animal no se ejerce como se debiera y en donde los castigos a estas prácticas no son ejemplares. Más allá de las noticias que puntualmente aparecen en medios de comunicación, prácticamente a diario se da publicidad en redes sociales a casos de abandono animal y se visionan ejemplares enfermizos que nadie atiende salvo que alguna persona, de manera individual, lo recoja. Algo que ahora, tras la constatación del caso de rabia, se presenta aún más complicado. Queda mucho trabajo por hacer. Y es urgente.
Todo muy bien dicho. La puñetera realidad de lo que está pasando en esta ciudad como consecuencia de la dejadez del ayuntamiento en todo lo que se refiere a la protección animal. Y nos nos olvidemos de la poca reivindicación de las principales asociaciones que cogen subvención.