Las escuelas marroquíes han estrenado este curso con una vuelta escalonada a las clases a lo largo de tres días consecutivos, aunque con cierres selectivos de establecimientos en barrios o ciudades enteras para limitar la propagación del coronavirus.
Los cierres imprevistos de centros escolares solo horas antes del comienzo del curso escolar, ante la multiplicación de contagios, generaron una gran confusión entre los padres y obligaron a una parte de los 7 millones de escolares a pasar a la enseñanza a distancia.
Según los datos del Ministerio de Educación, se ordenó el cierre de todas las escuelas de Casablanca, y varios establecimientos en algunos barrios de Rabat, Marrakech, Meknés y Tánger donde se registraron los mayores focos del virus.
En cuanto a las instituciones que han abierto, inician este año un curso escolar atípico en medio de estrictas medidas sanitarias, y con una forma de enseñanza "semipresencial".
"Mi hija alterna clases presenciales y online, con pocos estudiantes presentes y pupitres separados"
"Mi hija alterna clases en modo presencial y online durante la jornada, con pocos estudiantes presentes y pupitres separados", cuenta Fatima, madre de una niña de 15 años.
Fatima explica que en la clase de su hija, que estudia en un colegio privado en Rabat, la profesora impartirá clases a los estudiantes presentes y está al mismo tiempo conectada con aquellos que siguen el curso de forma telemática.
Padres con mascarilla e hijos en cola para la toma de temperatura
En los colegios de Rabat se repite el mismo escenario: padres con mascarillas observan en la puerta de los centros a sus hijos mientras hacen colas con distancia para que se les tome la temperatura y desinfectan sus manos antes de entrar.
La vuelta de diferentes niveles en primaria y en el colegio se ha escalonado a lo largo de estos tres días y estará acompañada de otros cambios, como el recorte del tiempo del recreo y la suspensión del servicio de catering.
Fuentes del Ministerio de Educación explicaron que septiembre será "un mes de revisión y apoyo" sobre las materias del año pasado, y añadieron que el nuevo curso empezará a partir de octubre.
Si varios padres consultados manifestaron su satisfacción por las medidas extraordinarias tomadas por la administración y los docentes para un entorno escolar seguro, otros expresaron su preocupación por la eficacia de las clases a distancia, sobre todo en los colegios públicos.
Precisamente esta fue la razón que llevó a más del 80 % de las familias marroquíes a elegir la enseñanza presencial tanto en las escuelas públicas como privadas, pese a los altos balances de contagios registrados a diario.
El reto de la enseñanza telemática
La enseñanza telemática supone un reto para familias que tienen un limitado acceso a internet, especialmente en los ámbitos rurales, y para padres que están obligados a trabajar fuera de casa.
Y es en la enseñanza privada donde se ha agudizado el problema, ya que los padres se enzarzaron en los pasados meses en discusiones con las direcciones de estas escuelas al negarse a pagar los mismos gastos por unos servicios educativos online que estiman que son de baja calidad.
La crisis llegó a tal punto que los medios locales se hicieron eco últimamente de la iniciativa de varios padres de cambiar a sus hijos de varios colegios privados a centros públicos.
"Yo he trasladado este año a mis tres hijos de entre 5 y 10 años a la escuela pública"
"Yo he trasladado este año a mis tres hijos de entre 5 y 10 años a la escuela pública", confía Jalal, quien criticó el alto coste y el bajo rendimiento de la enseñanza telemática para sus hijos en el curso pasado.
Marruecos acumula actualmente un total de 73.780 casos contagiados por el coronavirus, de los cuales 1.394 murieron y 56.096 se curaron.