Marruecos está desarrollando una amplia reforma integral de su frontera para cambiar radicalmente el aspecto actual. Grandes máquinas están trabajando a diario en este ambicioso proyecto con el que se quiere hacer una remodelación completa y que la misma esté terminada antes del inicio de la Operación Paso del Estrecho.
Dicha obra contempla la ampliación de los carriles actuales además de la mejora de toda la parte administrativa y disposición de una zona de cafetería. Al objeto de no provocar mayores colapsos en un paso que puede convertirse en un auténtico embudo (ahora están funcionando dos carriles aunque la Policía se está volcando en favorecer una mayor agilidad en el tránsito), la obra se va a llevar a cabo de manera gradual. Se busca, de entrada, reordenar las instalaciones que serán usadas por, entre otras, las fuerzas policiales y funcionarios, además de habilitar una zona más moderna. La transformación de los carriles pretende convertir esta salida fronteriza en una especie de autopista.
Los viajeros que crucen el paso a pie o lo hagan en vehículos van a notar cambios relevantes porque, entre otras cosas, se va a canalizar de forma separada el paso de los porteadores. El tránsito quiere organizarse de mejor manera, eliminando además la presencia de individuos que se apostan en el entorno fronterizo buscando únicamente el desarrollo de actuaciones con ánimos delictivos. Las obras se están desarrollando sin parón alguno, con vistas a que puedan cumplirse los plazos. Lo que no se podrá evitar será algún que otro colapso con motivo del incremento de tráfico previsto en Semana Santa.
Dicha obra contempla la ampliación de los carriles actuales además de la mejora de toda la parte administrativa y disposición de una zona de cafetería. Al objeto de no provocar mayores colapsos en un paso que puede convertirse en un auténtico embudo (ahora están funcionando dos carriles aunque la Policía se está volcando en favorecer una mayor agilidad en el tránsito), la obra se va a llevar a cabo de manera gradual. Se busca, de entrada, reordenar las instalaciones que serán usadas por, entre otras, las fuerzas policiales y funcionarios, además de habilitar una zona más moderna. La transformación de los carriles pretende convertir esta salida fronteriza en una especie de autopista.
Los viajeros que crucen el paso a pie o lo hagan en vehículos van a notar cambios relevantes porque, entre otras cosas, se va a canalizar de forma separada el paso de los porteadores. El tránsito quiere organizarse de mejor manera, eliminando además la presencia de individuos que se apostan en el entorno fronterizo buscando únicamente el desarrollo de actuaciones con ánimos delictivos. Las obras se están desarrollando sin parón alguno, con vistas a que puedan cumplirse los plazos. Lo que no se podrá evitar será algún que otro colapso con motivo del incremento de tráfico previsto en Semana Santa.
Adecuar la obra al lado español, encima de la mesa
Las actuaciones fronterizas que está realizando Marruecos forman parte de los proyectos manejados única y exclusivamente por el vecino país. Al margen, España tiene sus propias expectativas y sigue sus pasos que, indiscutiblemente, deberán adaptarse a la obra que se está realizando al otro lado de la frontera. El propio delegado del Gobierno ya solicitó a la ministra Ana Pastor en su visita a Ceuta que se tuviera en cuenta la mejora de la frontera con motivo del proyecto de la Almadraba.