Desde hace más de dos décadas, el rey Mohamed VI optó por el fútbol como ámbito estratégico para convertir el deporte en Marruecos a una potencia avanzada en el panorama del fútbol mundial. Por lo cual Marruecos siempre relacionó sus seis candidaturas para acoger una de las ediciones universales con el desarrollo general del país.
No es una casualidad que la organización del Mundial 2030 en común con sus vecinos cercanos España y Portugal se sitúa en los contextos de planteamiento del nuevo modelo marroquí para el desarrollo 2022-2035.
Estas nuevas dinámicas empezaron con la organización de los dos célebres seminarios deportivos nacionales de Skhirat 2008 y 2013 bajo el alto patrocinio real.
Las orientaciones de la hoja de ruta diseñada por su majestad en estos dos eventos estatales extraordinarios marcaron los grandes ejes y temáticas para revolucionar el fútbol marroquí en un tiempo récord: formación de elites, fuentes de financiación, adaptación de leyes nacionales con sus homólogas reconocidas por el profesionalismo internacional y la FIFA, Gobernanza de calidad, y el plan estratégico nacional para el avance del deporte marroquí.
Todos estos grandes talleres abiertos constituyeron procesos de evolución e de innovación con una sola finalidad: "Por una Marca Marroquí reconocida a nivel transcontinental".
En este sentido lleno de desafíos y esfuerzos, el rey Mohamed VI nombró a fieles hombres del estado tecnócratas competentes en cargos de responsabilidad para gestionar las instituciones nacionales deportivas y conllevar en alternación distinguida carpeta de deporte en los gobiernos consecutivos desde 2008.
De las figuras y personalidades elegidas por la ejecución de esta visión estratégica estatal se destaca el nombramiento real de Faouzi Lekjaa, hombre de estado, un apasionado del esfero, actual presidente electo de la federación marroquí por tercera vez desde 2013 hasta hoy día, director del presupuesto general del estado desde 2010, actual miembro de los comités ejecutivos de la CAF desde 2017, presidente de su comisión de presupuesto, vicepresidente del comité de la organización de competiciones africanas, miembro de la unión árabe de fútbol desde 2021, miembro por dos legislaturas consecutivas en el consejo de La FIFA, y actual ministro delegado encargado del presupuesto general del estado.
Gracias a las dimensiones de esa visión real estratégica, los compromisos estatales y su gobierno, y concretamente la presencia carismática de Faouzi Lekjaa en las organizaciones internacionales, Marruecos firmó 40 acuerdos con federaciones africanas de fútbol y últimamente alberga las sedes tanto de la liga de los clubes africanos como la oficina provincial de la FIFA única en el continente.
Faouzi Lekjaa, “el hombre de hierro”, tal y como está reconocido en África, representa con perfección absoluta la faceta diplomática del reino en el panorama deportivo internacional. Sus competencias, su reputación en el continente más la confianza real le llevó a ganar todo tipo de elecciones organizadas por la CAF con mayoría y diferencia clara (49 votos de los 53 en la ultima asamblea electoral extraordinaria del consejo de la CAF).
Marruecos con su infraestructura deportiva muy desarrollada en un tiempo récord se prepara para acoger en una primera etapa la liga de naciones africanas entre diciembre 2025 y enero 2026 y el mundial 2030 junto a sus grandes aliados históricos España y Portugal.
En este sentido Marruecos por beneficios macro geopolíticos invertirá seis millares de dolores focalizando fortalecer el desarrollo global del país y el posicionamiento geoestratégico como nueva potencia mundial creciente en sus entornos tanto a nivel regional en el espacio mediterráneo como a nivel continental con su visión extendida a las dimensiones de una relación extraordinaria Sur/Sur.