Marruecos ha interceptado este viernes a unos 40
jóvenes marroquíes que intentaban bordear el espigón del Tarajal a nado. Ha sido una jornada más de presión en el mar protagonizada por quienes
buscan pasar a Ceuta. En el grupo había también menores. Los agentes del vecino país han impedido el acceso por vía marítima, una de las explotadas por las generaciones de marroquíes para cruzar a la ciudad y que este verano ha dado pie a jornadas de auténtica presión. Los intentos de pase se producen sobre todo en madrugadas de niebla, lo que no hace sino incrementar el riesgo. De hecho
se cuentan ya varios desaparecidos en una ruta especialmente peligrosa en la que muchos se han dejado la vida. El futuro de estos jóvenes pasa por su detención, en el caso de los subsaharianos son además alejados al sur a modo de castigo. En las últimas semanas se han efectuado detenciones incluso en barrios. No hay futuro para quienes ven en el cruce a Ceuta una oportunidad, y no precisamente para quedarse sino para intentar la obtención del asilo y marchar a la Península. En el mar se están produciendo rechazos continuados,
registrándose momentos de mayor presión según las jornadas. Los menores son acogidos en la red de infraestructuras de que dispone la Ciudad. Entre los desaparecidos se encuentra el joven Adam, de 13 años, a quien su familia sigue buscando desde que comunicó que iba a cruzar a nado a Ceuta, dejando atrás Castillejos. Ese interés por la escapada, ese anhelo por dejar atrás el país es aprovechado por quienes, a bordo de motos de agua y en grupos, buscan desestabilizar los controles de las fuerzas de seguridad recogiendo a los propios marroquíes incluso en la orilla de las playas para, rápidamente, cruzar hasta Ceuta en cuestión de minutos.