El Gobierno de
Marruecos ha emprendido a lo largo de este año una campaña para la inscripción de más de 83.000 niños que no figuran en el Registro Civil, anunció el ministro portavoz de Gobierno, Mustafa Jalfi. El titular marroquí subrayó que el Ejecutivo está determinado a poner fin a este fenómeno "de forma definitiva" y garantizar así la dignidad de los niños. "Es un asunto que se planteó el año pasado cuando se constataron muchos casos de niños no registrados, con todo lo que implica de impacto sobre sus derechos de escolarización, filiación, sanidad e identidad", aseveró. Jalfi explicó que el Gobierno lanzó esta campaña en un primer momento entre septiembre de 2017 y mayo de este año, y esto le ha permitido identificar a 83.682 niños no inscritos en el Registro Civil; de ellos, solo el 28 % de los casos (23.150 niños) han sido resueltos hasta ahora. El ministro anunció que una segunda campaña será lanzada a partir de junio para seguir con el registro de niños no inscritos y continuar con campañas de sensibilización sobre el tema. "Hasta ahora han participado en la campaña 1.941 equipos de sensibilización ambulantes y 2.110 oficinas de registro civil", añadió. La razón principal de este gran número de niños indocumentados se debe a que son nacidos de matrimonios tradicionales (que se celebran con lectura del Corán sin ser autentificados en el tribunal de familia), explicó el ministro, mientras que en otros casos cabe atribuirlo a que expira el plazo máximo para registrar a los recién nacidos. Tradicionalmente en Marruecos, sobre todo en ámbitos conservadores y rurales, bastaba con hacer una fiesta, el ingreso de una dote y la presencia de dos adules (notarios de derecho musulmán) para que un matrimonio fuese considerado legítimo. En esos casos, los niños nacidos de esos matrimonios no están habitualmente inscritos en el Registro Civil, lo que les priva prácticamente de todos sus derechos a los servicios públicos. Tras la aprobación del Código de Familia en 2004, se abrió un período excepcional de diez años para legalizar a los matrimonios "sin papeles", un período que fue nuevamente prorrogado por el Parlamento marroquí en 2015.