Las fuerzas alauitas detuvieron a 200 personas; la Guardia Civil volvió a desplegarse. Las fuerzas marroquíes detuvieron ayer a 200 subsaharianos tras un intento de entrada protagonizado por más de 300 en torno a las 6.00 horas. Es el segundo que se produce en 24 horas y por la misma vía: el espigón de Benzú. Las fuerzas de seguridad vecinas detectaron la aproximación del grupo reaccionando con rapidez. Mientras en el lado español, la Guardia Civil volvía a desplegarse, como lo hizo el miércoles, en todo el espigón, ante la posibilidad de que tuviera lugar una entrada masiva.
Los últimos intentos de llegada a Ceuta se están produciendo por esta bahía, que ha tenido que ser reforzada por Marruecos tanto en la playa (con la colocación incluso de concertinas) como en tierra, disponiendo varias unidades de tiendas de campaña por la carretera y el monte.
Al otro lado de la valla la situación es cada vez peor. Hay mucha presión sobre los subsaharianos que intentan llegar a este lado. Entre la población que está esperando su oportunidad en Marruecos hay también varios niños, algunos de ellos no llegan ni siquiera a la adolescencia.
El salto por el vallado no viene exento de peligrosidad, de hecho las últimas incursiones han dejado heridos graves al desgarrarse en las concertinas. Dos jóvenes de Guinea Conakry tuvieron que quedar ingresados en el HUCE al caer de una altura superior a 6 metros y lesionarse tanto la espalda como los brazos.