Declaraciones de Nabyl Lakhdar, director general de Aduanas de Marruecos, a la revista L’Economiste
Mano dura anuncia el director general de Administración de Aduanas del Gobierno marroquí, Nabyl Lakhdar, en una entrevista publicada en la revista marroquí L’Economiste. Un técnico que ha estado toda su vida en el departamento de Aduanas y que tras un período de dos años en Finanzas, fue nombrado director general en noviembre del año pasado. Unas palabras que, por supuesto, traerán consecuencia al comercio entre Ceuta y Marruecos dentro de muy poco tiempo. En sus afirmaciones sobre lo que viene a denominar contrabando justifica esa lucha como “una prioridad y lo hemos decidido como protección de nuestro tejido industrial y de preservación del empleo”. Deja muy claro que las actividades de contrabando son “ejercidas por porteadores que transportan pequeñas cantidades, pero, con posterioridad, esos paquetes son manipulados por los grandes traficantes que depositan las mercancías en grandes espacios logísticos”. En el año 2017 fueron sancionados un total de 157 funcionarios de Aduanas Tiene Nabyl Lakhdar fuertes palabras contra estas mafias porque “nos dirigimos contra los grandes contrabandistas que sacan provecho de la miseria de este gente y se enriquecen atentando contra la sociedad”. Esta lucha la divide en dos partes diferencias: en primer lugar, a nivel de frontera y en segunda línea, atacando los depósitos de mercancías y las redes de contrabando organizado. “Contra estos traficantes la lucha será despiadada”. Dice que “tenemos sectores afectados, industrias que mueren como la industria agroalimentaria y los tejidos que pierden empleo cada año. Esta situación nos preocupa y nos incita a acentuar aún más nuestra acción de lucha”. “Seguimos teniendo el mismo número de aduaneros que hace quince años” Deja muy claro el director general de la Administración de Aduanas que todo el trabajo de lucha contra el contrabando necesita de organización con otros Cuerpos, “particularmente con los cargos de seguridad para poner en marcha las diferentes formas de respuesta sobre la base de una acción concertada”. Ese mensaje que lanza de cara a las prioridades de 2018 sentencia que tienen una misión especial todos los aduaneros, de ahí que a ellos les ha dirigido unas palabras muy concretas porque “son los primeros actores en la lucha contra el contrabando”. Hace un panegírico de los mismos al hablar de que “una gran mayoría son funcionarios comprometidos al servicio de su administración, animados por la voluntad de servir lo mejor posible a su país, dando pruebas de abnegación, de seriedad y de sacrificio. Hay aduaneros que han fallecido en el marco del ejercicio de sus misiones y otros resultaron seriamente heridos”. “Nos dirigimos contra los contrabandistas que sacan provecho de la miseria de esta gente” Pero después de estas palabras hacia los aduaneros reconoce que “le concedemos mucha importancia a la motivación moral del personal, pero somos intransigentes frente a los tipos de conducta que perjudica a los intereses del país”. Ofrece una serie de datos que demuestran esa intransigencia contra cualquier tipo de lucha contra la corrupción. Sancionaron a un total de 154 aduaneros, de los cuáles fueron expulsados del Cuerpo a seis. De 98 sancionados en el año 2016 han pasado a 154 en 2017. Una queja que también tiene es que cuenta con un total de cinco mil aduaneros para todos el país, el mismo número que hace tres lustros, “pero, entonces, no había ni zonas francas, ni grandes aeropuertos, ni un Tánger Med que absorbe entre quinientos y seiscientos funcionarios”. Editorial:
El Tarajal se pone feo Lakhdar, un técnico con 20 años en Aduanas
Nabyl Lakhdar es ingeniero con una licenciatura en informática y gestión de la École Centrale de Lille. De vuelta en Marruecos tras una primera experiencia en una multinacional en Francia, Lakhdar se unió al banco Crédit du Maroc donde pasó tres años.
La persona que le introdujo en la administración es asesor del gabinete real
Su misión: movilizar financiación internacional a todos los niveles. Su entrada, a comienzos de 1998 en el sector público, fue a iniciativa de Noureddine Elomary, actualmente asesor del gabinete real, en ese momento director general de Aduanas. "Tuve contacto directo con el Sr. Elomary, pero también con Mohamed Benchaaboune, que era el director de Aduanas en ese momento", recuerda el propio Nabyl Lakhdar.
Es ingeniero y se formó en una de las más prestigiosas escuelas francesas
Luego comienza como asistente a cargo del departamento de programación. Examinó el nuevo plan de acción de la administración, luego en plena reforma. Ascendió en las filas para convertirse en jefe del departamento de programación, jefe de la división de sistemas de información, y luego en 2010, director de facilitación de sistemas de información, con la primera misión de modernización de la administración de aduanas.