Marruecos detiene a 9 yihadistas, de los cuales 6 hacían labores en Ceuta

La Policía marroquí realizó en la madrugada del jueves un total de nueve detenciones de yihadistas en distintas poblaciones como Castillejos, Tetuán y Fez, después de haber recibido abundante información por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

De esas nueve personas, seis de ellas, cinco residentes en Castillejos y una en Río Martil (Tetuán), pasaban casi a diario a nuestra ciudad para mantener contactos con otros ciudadanos ceutíes. Ese operativo puesto en marcha por Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, denominado ‘Bastión’, realizó numerosos seguimientos de estas personas en nuestra ciudad, obteniendo un gran número de pruebas que fueron puestas en manos de las autoridades marroquíes para que procedieran a la detención de los mismos.
La estrecha colaboración que mantienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles y marroquíes en la lucha contra el terrorismo ha conducido a la desarticulación de una estructura terrorista de corte yihadista asentada en las localidades marroquíes de Castillejos, Tetuán y Fez. ulaciones con España.

Detenciones

Las detenciones se produjeron en la madrugada del jueves por la Brigada Nacional de Policía Judicial de Marruecos, tras la labor de investigación llevada a cabo por el servicio antiterrorista de este país (DGST). Estas tareas de investigación se han realizado en estrecha colaboración con los servicios de inteligencia y policiales españoles. La operación se inscribe en el marco del esfuerzo de anticipación y lucha contra la amenaza terrorista de carácter yihadista.
Los detenidos son responsables de llevar a cabo actividades de reclutamiento, apoyo financiero y envío de yihadistas, tanto marroquíes como de otras nacionalidades, a Siria e Irak para su posterior integración en la organización terrorista "Estado Islámico" en la órbita de Al Qaeda. Esta red operaba en las localidades marroquíes de Castillejos, Tetuán y Fez, así como en la Ciudad Autónoma de Ceuta (España).
Las investigaciones desarrolladas han confirmado que los yihadistas reclutados por la red desmantelada recibían instrucción en el manejo de armas, montaje y colocación de artefactos explosivos y robo de automóviles, con el fin de participar en atentados terroristas suicidas o  en combates en zonas de conflicto.

Activistas

Algunos de los activistas reclutados y enviados por la red ahora desmantelada, habrían participado en actos atroces de violencia contra soldados de los ejércitos sirio e iraquí, tales como decapitaciones, cuyas imágenes grabadas fueron colgadas en Internet y difundidas a través de redes sociales.
Igualmente, las labores de investigación han permitido conocer que entre los planes de la estructura desmantelada figuraba la planificación de actos terroristas en el territorio del Reino de Marruecos.
Por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españoles no se da por cerrada esta ‘Operación Bastión’, debido a que aún quedan miembros que podrían ser detenidos en los próximos días o semanas, una vez que culminen el resto de las investigaciones realizadas por ambos Cuerpos. 

La ‘Operación Cesto’ ha servido para la culminación de esta nueva operación

En el mes de junio del año pasado, en una operación conjunta entre la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía se produjo la detención de varias yihadistas en nuestra ciudad que, actualmente, todos ellos se encuentran repartidos por distintas prisiones españolas. Se le denominó ‘Operación Cesto’ y los interrogatorios a todos ellos ha servicio para culminar este operativo conjunto entre España y Marruecos. Ahora están a la espera de que se señale fecha para el juicio a todos ellos. De los ochos detenidos en nuestra ciudad, que a los pocos minutos de ser aprehendidos fueron conducidos en helicóptero hasta Madrid, había tres que iban a marchar en breve a Siria y que, con su detención, se consiguió frustrar la marcha. El juzgado central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, bajo la batuta del magistrado Ismael Moreno, avaló las distintas entradas, registros y detenciones. Dos de ellos fueron ya arrestados en la famosa Operación Duna, quedando posteriormente absueltos en sentencia dictada por la propia Audiencia Nacional y que ya es firme. Ahora han vuelto a ser detenidos en esta nueva causa. Con esta intervención se buscó impedir la captación de yihadistas que estaban preparados para viajar a Siria e integrarse en grupos afiliados a Al Qaeda. Esta red desarticulada, asentada en Ceuta y Castillejos, realizaba  “labores de captación, adoctrinamiento, facilitación y financiación de los viajes, en contacto externo con otros terroristas y siguiendo las directrices de Al Qaeda”, indicó el Ministerio de forma oficial. En los registros llevados a cabo se intervino abundante documentación además de una escopeta, una pistola y otra simulada. Además se sacaron abundante materiales personales de las viviendas objeto de intervención policial.

Castillejos, base del yihadismo marroquí

Castillejos se ha convertido en uno de los ejes neurálgicos del radicalismo y así ha publicado este periódico muchas noticias sobre el particular. La marcha de cientos de vecinos criados en esta localidad próxima a Ceuta a tierras sirias y la constatación de que desde allí se han producido muchas de las captaciones de marroquíes y ceutíes lo ha convertido en objetivo por excelencia de las fuerzas de seguridad.
 Castillejos ejerce un papel importante en el terrorismo más radical, allí se han gestado los grupos que más golpes han recibido por parte de las fuerzas españolas y marroquíes, pero, aún y todo, la actividad continúa. No hay tregua.
Los servicios de inteligencia no dan cifras concretas sobre la cantidad de marroquíes, vecinos de la zona norte, que han podido marchar ya a Siria. Temen esas salidas, pero mucho más los regresos que ya producen desde hace tiempo. Los llamados ‘lobos  solitarios’ son encarcelados a pesar de que ya ha habido concentraciones de jóvenes en las prisiones en donde se encuentran manifestando que vuelven arrepentidos y que su idea no es la de causar atentados en su país. Las fuerzas de seguridad marroquíes advierten, no obstante, de que su política de vigilancia ha sido reforzada ya que temen que, tras haber permanecido en contacto con grupos radicales terroristas, intenten la práctica de atentados en el país. Europa también mostró la misma sintonía, acordando un refuerzo de los controles y la elevación del nivel de alerta en torno al posible retorno de los marchados a los países en donde las contiendas bélicas están bajo control de Al Qaeda, tal es el caso de Siria o Mali.
De Castillejos han partido extoxicómanos captados y reconvertidos en yihadistas que ven en estas prácticas una forma de salvación; trabajadores que eran conocidos por las fuerzas de seguridad españolas porque se movían de taxistas o trasladando mercancía en la propia frontera; vendedores del zoco que cada fin de semana se llena de ceutíes en busca de los productos más baratos. Gente humilde, analfabetos, delincuentes de poca monta que encuentran en su conversión una forma de escape y de salvación.
Castillejos es hoy por hoy una bomba de relojería, una herida sangrante para el sistema de seguridad marroquí, pero también una de las preocupaciones de las fuerzas de seguridad españolas y de la propia Delegación del Gobierno, conocedoras de los contactos asiduos y permanentes de jóvenes ceutíes que encuentran el cobijo y la radicalización más evidente al otro lado de la frontera.
Tras la operación practicada en Ceuta hace algo más de un año, denominada ‘Cesto’ se han seguido produciendo marchas de ceutíes a Siria. Todas ellas con una coincidencia: se han ido personas que tenían contacto directo con otras de Castillejos, o, incluso, mujeres que se habían casado o tenían alguna relación con un marroquí procedente de esa localidad aunque residente en Ceuta. La marcha, reconocida y denunciada, de mujeres ceutíes a la yihad (una de ellas incluso junto a su hijo de poco más de un año) deja abierta la constatada existencia de grupos operativos que siguen favoreciendo la marcha de jóvenes a estos conflictos.

La última operacion marroquí contra los yihadistas fue el pasado mes de abril

La Policía marroquí desmanteló el pasado mes de abril un grupo yihadista que operaba en varias ciudades del país y que en coordinación con organizaciones afiliadas a Al Qaeda preparaba a simpatizantes para enviarlos a Siria.
Según el comunicado que difundió la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN), los miembros de la célula recogían donaciones de los simpatizantes para financiar los viajes a Siria, y les sensibilizaban en reuniones celebradas en un apartamento sobre las precauciones que debían tomar.
El envío de combatientes estaba coordinado con miembros de organizaciones terroristas como Sham Al Islam, el Frente Al Nusra y el Estado Islámico de Irak y el Levante. Las mismas que figuran detrás de las operaciones que se han practicado en Ceuta, en la propia Castillejos, en Nador y en demás puntos del triángulo entre las dos ciudades y el país vecino que han dado como resultado varios detenidos por su implicación en la captación y movilización de jóvenes para marchar a Siria.
El comunicado añadía que los sucesivos desmantelamientos de células terroristas en Marruecos, activas en el entrenamiento de combatientes para mandarlos a zonas de tensión, demuestra que “Al Qaeda y sus aliados están determinados a atentar contra la estabilidad del país”.
Asimismo, indicaba que los simpatizantes marroquíes son entrenados en dominios muy específicos como son la utilización de armas, explosivos y la ejecución de atentados suicidas, con el objetivo de que una vez regresen a Marruecos lleven a cabo operaciones terroristas.
El anterior portavoz del movimiento salafista marroquí, Anás Halui, murió recientemente en una batalla en Siria entre el Ejército y los yihadistas, a los que se había unido el pasado mes de diciembre, lo que confirmó las sospechas de Marruecos de que entre las filas de los salafistas marroquíes (tanto los presos como los excarcelados) hay una gran atracción por la guerra en Siria.

Marruecos está especialmente preocupado con el ‘efecto llamada’ que ejerce la guerra de Siria para sus propios salafistas, y el gobierno cree que hay un millar de nacionales combatiendo como voluntarios en Siria.