La Oficina Nacional de Hidrocarburos de Marruecos (ONHYM) y la empresa británica Chariot firmaron un acuerdo que permitirá transportar el gas de un pozo hallado en la costa de Larache a través del gasoducto Magreb-Europa (GME), que servía para canalizar el gas argelino a España atravesando territorio marroquí hasta que Argel lo clausuró.
La empresa británica anunció este acuerdo en un comunicado, donde indica que "permitirá que el gas producido por el proyecto gasístico Anchois (nombre del pozo), en las costas de Marruecos, sera transportado mediante el GME a diferentes compradores potenciales".
El director en Marruecos de Chariot, Pierre Raillard, valora este acuerdo afirmando que el proyecto Anchois "es un activo altamente estratégico, dada la continua volatilidad del mercado energético internacional".
"En combinación con la proximidad del gasoducto GME, estamos bien situados para canalizar el gas lo más rápido posible", añade en la nota.
Chariot anunció en enero el descubrimiento de este pozo, bautizado Anchois-2 y ubicado en el yacimiento donde ya se explotó una primera bolsa de gas (Anchois-1). Se localiza en el océano Atlántico a 38 kilómetros de la ciudad de Larache y 87 de la de Kenitra (al norte de Rabat).
"Una interpretación preliminar de los datos confirma la presencia de acumulaciones significativas de gas en los objetivos de evaluación y exploración del pozo, con un pago neto de gas que suma más de 100 metros, comparados con los 55 metros de pozo original de Anchois-1", afirmaba entonces la compañía.
El acuerdo con la empresa pública marroquí permitirá hacer llegar ese gas hasta el GME, que, proveniente de Argelia, transcurre desde el extremo noreste de Marruecos hasta la ciudad norteña de Tánger, punto por donde cruza a España.
Argelia decidió en noviembre de 2021 no prorrogar el contrato de este gasoducto, y por tanto clausurarlo, en el marco de la ruptura de relaciones entre Argel y Rabat.
Ahora el GME -que transportaba una media de 10.000 millones de metros cúbicos a la Península Ibérica- se usa solo en sentido inverso desde España hacia Marruecos, de manera que Madrid provee a Rabat de gas regasificado en las centrales españolas.