Marruecos blinda las playas próximas a la frontera de Ceuta con concertinas, con las hileras de alambradas retiradas por España que encuentran su reutilización en el vecino país. Primero fue para la valla, ahora también para los arenales desde los que los nadadores intentan su incursión en la ciudad.
A las que ya comenzaron a colocar en la playa a modo de campaña de imagen tras la entrada masiva de mayo de 2021 se han sumado otras en pleno pico de presión que a su vez deja muertos y desaparecidos.
El último, el joven cuyo cadáver fue recuperado por la Guardia Civil en el mar esta misma semana, después de haber intentado un pase a nado enfundado en traje de neopreno y con aletas.
Antes moría ahogado Abderrahim, enterrado este pasado viernes en Sidi Embarek, después de una ruta mortal que terminó en mitad del Estrecho.
El activista M.J.R. conoce al dedillo la evolución de ese blindaje, empleando lo que en España estuvo años y años coronando la parte superior de los más de ocho kilómetros de línea perimetral siendo tildado de medio menos lesivo. Como activista defensor de los derechos humanos ha constatado perfectamente la evolución en la colocación de estos medios y cómo poco a poco han ido ocupando más zonas hasta transformar la zona marroquí más próxima a Bab Sebta.
Las concertinas están colocadas desde pocos metros de la frontera. Su ubicación ha ido avanzando a lo largo de todo el acerado y el arcén que da al mar. Primero, con motivo de la entrada masiva, se desplegaron en todo el arenal de Marruecos frente al espigón del Tarajal. Ahora han ido avanzando en la ruta varios kilómetros.
Colocadas desde la rotonda del cruce del Hotel Ibis, Marruecos las vende como recursos ante los intentos de llegada de nadadores a Ceuta así como de embarcaciones dedicadas al tráfico de personas. Conforme ha pasado el tiempo han ido cogiendo más y más terreno, ocupando todas las proximidades que conducen a la frontera e invadiendo zonas donde antes había bañistas y pescadores que ya no pueden acceder.
Control de la UE
A las hileras de concertinas se suma además un mayor control con agentes y furgones blindando cualquier posible acercamiento a la ciudad que se quisiera hacer a través del paso fronterizo.
Son medidas de seguridad supuestamente controladas por la Unión Europea, principal abastecedora de los fondos con los que el vecino país mantiene el papel encomendado de gendarme en la frontera sur.
Mientras en España se anunció la retirada de las alambradas como principio fundamental para el respeto de los derechos humanos, al otro lado del paso fronterizo se reutilizan sin que cale el contenido de ese mismo discurso.
Que chupi guay...aquí las quitan para que no se hagan pupita los que asaltan nuestra frontera, y allí las ponen para que no asalten nuestra frontera... es que es de circo de 5 pistas... venga Feijoo, que vas ha hacer?
Puede que eviten avalanchas, pero que no pasen, no pueden, lo haran gota a gota.
Que rraro que las oneges no se quejen .
Ya protestarán...pero desde este lado en Marruecos no se atreven ni a rechistar...!