Marruecos ha impedido en la noche de este viernes la entrada de un grupo reducido de inmigrantes magrebíes que, a bordo de una embarcación neumática, pretendía cruzar a Ceuta bordeando el espigón de Benzú, que separa nuestra ciudad de la localidad marroquí de Beliones. No habían dado las diez de la noche cuando se produjo la intervención, llegando a ser activada la propia Guardia Civil, tal y como ha podido conocer este periódico.
Las patrullas alertadas fueron movilizada para acudir hasta la barriada de Benzú sin que tuvieran que actuar debido a la intervención llevada a cabo por los agentes marroquíes que procedieron a abortar la salida. Según fuentes no oficiales el grupo era de unas siete personas. Este intento fue frustrado pero se enmarca en los que, de manera continua, tienen como escenario las fronteras con Ceuta siendo el fiel reflejo de la presión ejercida por marroquíes que buscan la escapada de su país.
De hecho la inmigración ha variado notablemente. Son los propios oriundos del país bajo el reinado de Mohamed VI los que intentan escapar de un lugar de miseria en donde los jóvenes carecen de futuro. La implantación del servicio militar ha sido más una amenaza contra ellos lo que no ha hecho sino aumentar el número de salidas.
En los últimos días la Guardia Civil ha interceptado, ya en aguas españolas, a grupos de marroquíes que habían partido en embarcaciones con o sin piloto. Y no son casos aislados, muy al contrario. La presión ejercida es constante y, pareja a esta situación, crece la criminalidad de aquellos que se nutren del tráfico de personas pilotando embarcaciones para trasladarlos a la Península o abandonarlos en nuestra ciudad.
En este nuevo episodio migratorio el rápido despliegue de los agentes marroquíes ha evitado la entrada por un espigón, el de Benzú, en el que los tráficos de personas se entremezclan con las pateras de pescadores a modo de camuflaje.