Las autoridades marroquíes abortaron durante 2018 una cifra récord de 88.761 intentos de emigración clandestina hacia España, según la cifra que hoy ofreció el Observatorio Nacional de la Migración, dependiente del ministerio del Interior.
Esa cifra se traduce en una media de 243 interceptaciones diarias de emigrantes a lo largo de todo el año.
Del total, un 20% de los interceptados por los servicios de seguridad eran no marroquíes, supuestamente subsaharianos, y de ellos, 5.608 optaron por el "retorno voluntario" hacia sus países, aunque la Organización Internacional de Migraciones, que es la que coordina esos retornos voluntarios, solo organizó unas 1.300.
Una buena parte de todos esos emigrantes detenidos antes o durante su viaje a España (29.715) fueron interceptados en alta mar, a bordo de pateras o cuando éstas habían naufragado.
El Observatorio recuerda que 2018 ha supuesto a Marruecos enfrentarse a "un recrudecimiento sin precedentes de la presión de los flujos migratorios irregulares, exacerbado por un entorno regional inestable y recurrentes efectos llamada", que no precisa.
Las presión migratoria en el llamado Mediterráneo occidental, es decir, la vía entre Marruecos y España, se ha traducido igualmente en cifrar récord de llegadas exitosas de emigrantes a España: a lo largo de 2018, llegaron a España 64.298 emigrantes por vías irregulares, un 131% más que en 2017.