Categorías: Sociedad

Marroquinización silenciosa

Los vecinos de la calle Alfau llevan años topándose con una tozuda realidad. Quienes pintan ya canas llevan un tiempo rodeándose de vecinos que ni conocen ni entienden.

Bloques señoriales que han ido quedando abandonados terminan siendo pasto de los okupas, buena parte de ellos marroquíes. El barrio se va distorsionando dejando espacio a una marroquinización silenciosa cada vez más evidente. Esto sucede en pleno centro de la ciudad, pero es algo ya común en barriadas del extrarradio que han quedado completamente difuminadas. Es el ejemplo de Hadú, del Recinto, de Pasajes, como el de Anaya, en donde son más las viviendas de okupas que las de vecinos que cumplen religiosamente con sus hipotecas o son propietarios. El vecino, el de ‘toda la vida’, se topa con otros que ni hablan en su idioma, ni son conocidos, ni se sabe a qué se dedican, integrando bolsas ilegales permitidas durante años por la administración. Detrás de este fenómeno ¿qué es lo que hay? Toda una trama organizada cuyos cabezas visibles se lucran a costa del marroquí y de la administración a la que defrauda sin que esta tenga la capacidad de reacción debida. No la ha tenido antes y, ahora, parece que existe la voluntad de tenerla. Es al menos lo que apuntó el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, vencido por la presión mediática y social.
Hay individuos que se dedican única y exclusivamente a fichar las viviendas abandonadas, aunque las mismas sea de forma temporal. Ellos son los que se encargarán de captar al marroquí para facilitarle una residencia por la que le cobra un dinero mensual. El dueño legítimo de la casa se queda arrinconado, esperando que los tribunales respondan mientras otros destrozan su vivienda y obtienen beneficio de sus alquileres.
¿Y al otro lado? Una bolsa de marroquíes que pernoctan en la ciudad, que protagonizan una ilegalidad y que terminan transformando la realidad social de las distintas barriadas. “No sabemos quiénes son. Igual en una casa que estaba vacía empezamos a escuchar ruidos y resulta que ya se ha metido gente dentro. Desconocemos qué hacen ni a qué se dedican”, indica un vecino del Pasaje Anaya. Ellos como vecinos no lo saben, pero quien se encarga de enterarse las casas que están vacías, de captar al marroquí para ocuparla y de cobrarle un dinero por esa estancia sí que lo sabe. La clave está en que este individuo es más rápido que el sistema que pueda tener la administración para actuar y proteger no sólo al ciudadano en particular sino a la colectividad de la barriada.
En esta marroquinización silenciosa aparecen los fraudes de los llamados pisos patera. Casas en las que hay censados más de 20 personas, que aportan así una residencia que luego harán valer ante el registro para la obtención de su documentación. En algunas de estas viviendas la marroquinización se ha forzado a través de un matrimonio de conveniencia. Es la historia del típico ceutí que se casa con una marroquí que al final termina trayendo a toda su familia del vecino país anulando al que era cabeza de esa unidad, que termina separándose. Historias de divorcios, de malos tratos y de desestructuraciones terminan dando paso a un mayor nivel de pobreza que desvirtúa las estadísticas oficiales.
La justicia pide pruebas para poder actuar contra estos enlaces. La Policía presume de su existencia, pero la realidad es que nunca se ha organizado un operativo adecuado para frenar unas situaciones que avanzan y avanzan desconfigurando la realidad ceutí ante el desconcierto de los propios vecinos.
La Policía Local, encargada de controlar si los censados en un piso viven realmente allí, asegura que cumple con los controles de acuerdo con los medios de los que dispone. “Si un policía acude en más de una ocasión para comprobar si alguien vive en esa casa y nadie le abre la puerta, terminará fiándose de lo que dicen los vecinos”, indica un agente. El problema es que ese ‘fiarse’ se repite demasiado hasta que aparecen viviendas con 25 personas en pleno Polígono u otra con 16 en el Sarchal. ¿A quién se le escapó controlar esto?

Sin datos sobre esta situación

La Ciudad se ha visto incapaz de dar un dato estimativo sobre la ocupación de viviendas. El hecho de que reconozcan que cada vez son más las familias que piden ayudas sociales porque carecen de vivienda y de recursos, apunta a que el fenómeno va a más. Los mecanismos de que se disponen no sirven para poner freno a una realidad que avanza muy rápido. “De la noche a la mañana te ocupan una casa o hasta un bloque entero, ¿cómo es posible que se enteren de forma tan rápida?”, pregunta un vecino de Alfau. Al lado tres bloques enteros de la barriada han perdido a sus vecinos de toda la vida y están ahora ocupados por marroquíes en su mayoría.

Algunos fenómenos que se conocen pero contra los que no se actúa

Los enlaces y el fraude sanitario: Me das 30 euros y te llevo al Hospital
Los sindicatos llevan años denunciando el fraude que se estaba cometiendo con la salud. Más allá de los casos humanitarios, de la atención debida hacia los extranjeros en una ciudad fronteriza como Ceuta, aparece la picaresca. Esa que protagonizan individuos que hacen negocio a costa de cometer un fraude sanitario. A esto se dedican varios individuos que sirven de enlace entre Marruecos y Ceuta. Cobran 30 euros a ciudadanos del vecino país por trasladarlos al Hospital. Les venden que ellos tienen conocidos en el clínico que les atenderán. Por esas gestiones les cobran, les trasladan en dos vehículos modelo Renault Clio (tipo furgoneta) y les dejan en urgencias. Cobran y se marchan. Los enfermos son estafados, también el sistema sanitario.

Seguimiento a parturientas y nacionalidad: Auténticas mafias en funcionamiento
La Policía ha llegado a hacer informes internos al tener sospechas de individuos que se dedican a la introducción de embarazadas y menores. Se tiene fichadas a dos mujeres en concreto contra las que no se ha podido actuar. ¿Qué juzgado avalaría una entrada y registro en una casa del Príncipe en donde entran y salen embarazadas marroquíes? Las mujeres llegan a pagar por parir a su hijo en Ceuta porque incluso estos enlaces que funcionan como auténticas mafias les ‘venden’ eso de la pronta obtención de la nacionalidad española. Se saben los derechos al dedillo y juegan con eso en una ciudad fronteriza en la que aflora la picaresca. El Ingesa, tras la denuncia de AUGC, informó, con datos, de las sospechas que había en el clínico.

Las oficinas en castillejos: Los trámites de la clandestinidad
Todo esto es un negocio. Pero lo más grave es que no es nuevo, se lleva años funcionando así mientras que la administración, quizá por motivos políticos, no ha actuado. En Castillejos funcionan hasta tres casas a modo de peculiares oficinas. Los marroquíes saben que tienen que ir a esos pisos para hablar con quienes les informarán de cómo colocar a su menor en ‘La Esperanza’ o como beneficiarse del sistema sanitario que se da en Ceuta. El fraude se produce a ambos lados. Se está explotando unos recursos de la administración mientras que lo que son pequeñas mafias viven de esta permisividad. La víctima es también el marroquí que ha pagado por creer que quien le ofrece el servicio ‘tiene mano’ al otro lado y le ayudará a obtener unos beneficios aunque sea de manera ilícita. Todo se vende y todo se compra en una frontera que separa miserias.

A la búsqueda de un empleo: Los pisos patera y las ocupaciones fraudulentas
La famosa cola del paro de Hadú cada vez es mayor. La forman marroquíes que se quedan esperando que alguien les llame para ofrecerles un trabajo que por supuesto desempeñarán sin contrato de por medio. Mientras el anterior delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, se cargó de un plumazo la posibilidad de contratar a marroquíes para favorecer así que se sacarán a ceutíes de las bolsas del paro, nada hizo para actuar contra lo que, a la vista de todos, se produce en plena barriada de Hadú. La hipocresía política domina la actuación de una administración que no controla quiénes son los que esperan la cola, dónde residen y qué tipo de documentación llevan. El fraude, a la vista de todos, se trae a escena cada mañana en pleno corazón comercial de la ciudad.

Entradas recientes

Ana Mesa, derroche de arte "por los cuatro costados"

Ceuta tiene un diamante escondido en las cercanías de Real 90: se llama Ana Mesa.…

21/07/2024

Disminuye el número de visitantes en las ciudades del norte de Marruecos

El número de veraneantes marroquíes y extranjeros que normalmente acudían a pasar las vacaciones y…

21/07/2024

Veinte jóvenes en el Campamento de Cazorla

La Casa de la Juventud ha puesto en marcha esta semana el Campamento Juvenil de…

21/07/2024

El Dvo. Ceutí confirma a Migue como uno de los porteros para la 24-25

El Deportivo Unión África Ceutí continúa poniendo a punto su plantilla para la temporada 2024-2025.…

21/07/2024

El Caballa ya prepara la 'Travesía a Nado' de Feria

El CN Caballa ya se encuentra preparando la tradicional 'Travesía a nado' de Feria. Una…

21/07/2024

Una jornada de verano en las 'Islas Misteriosas'

Antes de tomarse un descanso estival en el mes de agosto, la asociación de juegos…

21/07/2024