Las
fuerzas marroquíes han intervenido en la mañana de este martes para evitar la entrada en Ceuta de un grupo de entre 15 a 20 marroquíes que pretendía bordear a nado el espigón del Tarajal. El intento de incursión se produjo en torno a las nueve de la mañana y fueron las propias fuerzas del vecino país las que abortaron la entrada de estos nadadores, sin que
la Guardia Civil tuviera que actuar. El grupo pretendía echarse al agua para cruzar a nado
la franja que separa el reino de Mohamed VI de Ceuta, pero tal acción se quedó en un mero intento dada la rapidez en la intervención en el lado marroquí. Se repite la misma acción que prácticamente a diario tiene lugar en el entorno del espigón de Tarajal o Benzú, escenarios del intento de pase de marroquíes que, a nado, buscan llegar a nuestra ciudad. La presión es constante, tanto a través de los nadadores como a bordo de embarcaciones tipo kayak. Es el resultado del cierre de fronteras y de la situación crítica que se vive en Marruecos que lleva a sus habitantes a pretender la escapada a toda costa, aunque sea arriesgando sus vidas. En este caso todos los integrantes del grupo dejaron sus propósitos en el intento, sin llegarse a materializar el cruce. Se viven situaciones extremas en los que hay quienes pierden la vida o, sencillamente, desaparecen sin que se sepa nada más de ellos. En las últimas semanas se ha registrado la muerte de un menor y la desaparición de un adulto. A los intentos de entrada de marroquíes se suman los efectos contrarios: las escapadas de los atrapados que quieren regresar a su país después del cierre de las fronteras el pasado 13 de marzo con motivo de la instauración del estado de alarma y el bloqueo, antes, de Marruecos ante la movilidad por sus pasos fronterizos terrestres, marítimos y aéreos.