Cuatro marroquíes han conseguido fugarse a nado a
Marruecos bordeando el espigón del Tarajal. Otros dos que intentaban ese mismo pase desde Ceuta, a plena luz del día, han sido interceptados por la
Guardia Civil, viendo frustrado su intento de conseguir una repatriación por la vía rápida. Así, en una
tarde marcada por los trabajos de traslado de los internos del pabellón de La Libertad a la nave del Tarajal, un grupo de marroquíes ha buscado la manera de poder huir. Juntos se han arrojado al mar, bordeando los escasos metros que separan su país de origen de la ciudad en donde están atrapados. Dos no lo han logrado. La Guardia Civil ha abortado la salida a nado de más de veinte marroquíes en este estado de alarma. Algunos, no obstante, han conseguido marchar encontrándose con su familia sin tener que verse sometidos a unas repatriaciones que no están funcionando como debieran. Y es que la elaboración de las listas, los plazos establecidos y las siempre complicadas relaciones con Marruecos han ralentizado la salida de estas personas que viven atrapadas en nuestra ciudad. Se estima que hay unas 400 repartidas tanto en viviendas como, ahora, en la nave del polígono industrial. En el caso de los transfronterizos, se quedaron atrapados mientras realizaban en Ceuta trabajos –algunos sin contrato, pero todos remunerados-. Ahora solo buscan la manera de volver a su país, después de casi tres meses bloqueados sin poder tener relación con sus familias. Son ejemplos de un auténtico drama entre fronteras. Hoy cuatro de ellos han podido escapar. Fuentes consultadas por este periódico dicen que lo han hecho repitiendo el método de siempre: bordear el espigón. Algunos vecinos de la zona aseguran que hubo lanzamiento de piedras para que los guardias civiles no pudieran retener esa escapada, pero este extremo no ha sido confirmado de manera oficial.