Abandonados a su suerte. En el suelo, tapados con mantas, recibiendo víveres de algunos voluntarios que les bajaron café y algo de comer. Durmiendo a la intemperie, desconcertados, atrapados por el coronavirus y sin saber a dónde ir. Esta es la historia quebrada, la historia de quienes no tienen culpa pero se han visto alejados de su país por el cierre de fronteras. Marruecos no permite su entrada y por más que se les informe de ello, que la Guardia Civil les indique que no van a poder salir, ellos confían en que en algún momento puedan hacerlo. No tienen a dónde ir. Se han quedado atrapados en el camino al no llegar a tiempo de cruzar el paso fronterizo. “Tengo 78 años, estoy enfermo, somos personas mayores, por qué los españoles salen de Marruecos y nosotros no vamos. Dónde vamos a estar, por favor que abran la frontera y nos dejen salir”, ha explicado a pie de frontera un anciano protegido solo por unas mantas con el que ha hablado FaroTV. Con sus maletas, tapados con abrigos, reunidos en las inmediaciones del paso fronterizo o en la rotonda del Tarajal, forman una estampa atípica que no es otra que la de la desesperanza por no saber qué hacer.
@KARIMPRIM
@KARIMPRIM Denuncian que salvo la ayuda de voluntarios nadie les ha proporcionado mantas ni atención, dicen sentirse como animales. Ni España les da una solución ni Marruecos los acepta, pero el hecho es que vinieron rápido de la Península confiando en que llegarían a su país pero ya habían clausurado el Tarajal. Y de momento no hay excepciones, ni siquiera una solución para ellos. “Qué vamos a hacer, solo tengo la ropa que llevo puesta. Aquí no puedo estar así 15 días, aquí”, lamenta indignado otro ciudadano marroquí. Otros muestran sus visados a punto de caducarse, no pueden renovarlos y temen que ahora se queden en una situación de ilegalidad.
Su estampa choca con la de los españoles que están llegando a Bab Sebta a los que Marruecos sí permite el paso y la salida para, como ya ellos mismos indican, ‘huir’ del país. Vienen como si escaparan de una auténtica odisea: en taxis, autobuses... como sea. Son turistas, jubilados, motoristas... todos estaban de viaje en el reino de Mohamed VI y regresan rápido para conseguir cruzar a su país después de la excepción adoptada por el país para dejar el tránsito de todos los españoles. Entre ellos han llegado españoles que dicen ser enfermeros y que marchan a hospitales del país a ayudar. Es la cara y la cruz de la frontera. La alegría de unos y la indignación de otros. Los atrapados y los que logran escapar. Las medidas restrictivas anunciadas por el coronavirus estarán en vigor hasta que el rey alauita decida abrir de nuevo los pasos fronterizos con España. No hay luz al final del túnel... de momento. Según han informado las autoridades de Marruecos este sábado por la mañana, los pasos fronterizos por Ceuta y Melilla continúan abiertos para aquellos turistas españoles que deseen regresar a España. Desde Marruecos son muchos los españoles angustiados que intentan llegar como pueden a la frontera. En el puerto también hay marroquíes que se quedan en un limbo y que están llegando a Ceuta sin saber a dónde ir, les venden los billetes topándose con una frontera clausurada para ellos.
La Delegación del Gobierno: "Ya no embarcan ciudadanos marroquíes con destino al país vecino"
La Delegación del Gobierno de Ceuta informa que, desde ayer, ya no embarcan ciudadanos marroquíes residentes en España con destino a Marruecos. La institución de la plaza de los Reyes añade que la Guardia Civil continúa insistiendo al aproximadamente un centenar de personas que lograron embarcar, que regresen a sus domicilios en España porque no van a poder entrar en el país vecino.