Ambos llevaban un pasaporte Marruecos válido, pero el permiso de residencia no era auténtico
Un hombre, acusado de tráfico de inmigrantes y falsedad documental, negó ayer que tratara de colar en el barco a un compatriota que portaba una documentación falsa. Aseguró en el juicio que él únicamente portaba su documentación y el segundo acusado, la suya, al parecer falsa, como determinaron los agentes de la Policía Nacional. Por estos hechos, la Fiscalía pide un año y medio de prisión y multa de seis meses a cinco euros diarios por un delito de falsedad documental y otra multa de igual cantidad por un delito de tráfico de inmigrantes. El caso quedó visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal 1 de nuestra ciudad con la solicitud de la defensa de una sentencia absolutoria al considerar que el caso ofrecía dudas sobre lo que aconteció.
El acusado, A.E-M. lleva más de quince años en España, reside en Valladolid y el pasado 13 de enero viajó hasta nuestra ciudad para recoger un coche que había comprado y que pretendía llevarlo a la península. En el viaje fue acompañado por otra persona, también de nacionalidad marroquí, que se subió al vehículo con él. En el momento de pasar el control de la Policía Nacional en el puerto de nuestra ciudad, el hombre explicó que el agente le pidió su documentación, la miró, se la devolvió y seguidamente solicitó a su acompañante, ausente en la vista judicial, su documentación. También portaba un pasaporte marroquí válido, pero la tarjeta de residencia era “claramente” falsa. La policía nacional que compareció ayer, indicó que la falsificación era palmaria, pero destacó que la documentación de ambos ocupantes del vehículo se la entregó el conductor, A.E-M., en contraposición a lo que el hombre había dicho.
Así las cosas, con la única declaración de uno de los acusados, el segundo fue declarado en rebeldía y se ordenó su búsqueda y captura, y de uno de los agentes del CNP actuantes, el juicio quedó visto para sentencia.