{jaimage crop="TC" /}El PSOE volvió a insistir ayer en su tesis de que el Gobierno central ha dado los primeros pasos para entregar a manos privadas la gestión de la sanidad en Ceuta y Melilla. Ayer volvió a denunciarlo, esta vez a través de su portavoz del área en el Congreso, José Martínez Olmos, quien junto a Gaspar Zarrías firmó esta semana una proposición no de ley en la Cámara Baja en la que exigía al Ejecutivo que “blinde” el carácter público de esos servicios en ambas ciudades autónomas. En declaraciones a Europa Press, el parlamentario alerta además del, a su juicio, peligro de que sobre las ya famosas unidades de gestión clínica planee la figura de Manuel Lamela, exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid e imputado por presunto delito de cohecho y prevaricación por el proceso de privatización de los hospitales públicos de su región, vínculos que ha negado en varias ocasiones la Dirección Territorial del Ingesa en Ceuta.
“Recientes informaciones apuntan sobre la posibilidad de que el Ministerio de Sanidad estaría valorando un eventual cambio en la gestión de los servicios sanitarios de Ceuta y Melilla”, subraya Olmos, quien remite, como ha hecho su partido en las últimas semanas, a la adjudicación del estudio para la creación de las unidades de gestión clínica, algo que el PSOE no duda en señalar como el inicio del fin del carácter público de los servicios sanitarios en ambas ciudades, las únicas que no cuentan con competencias transferidas.
“Mentirosos” y “liantes”
La réplica a esa teoría, negando la mayor, la ha dado ya el propio Ingesa, el Gobierno de la Ciudad, los parlamentarios del PP y el mismo Partido Popular en bloque. El diputado por Ceuta, Francisco Márquez, reconocía ayer a El Faro estar “un poco cansado de tanta falsedad” e insistió en que “en Ceuta y Melilla no se va a producir ninguna privatización del servicio público de salud”. En línea con el argumento que ha defendido su partido desde que el PSOE hiciera estallar la polémica, las unidades de gestión clínica “son solo procedimientos que persiguen mejorar la atención al paciente”, de ahí que no dude en tachar de “prejuicios, infundios y calumnias” las hipótesis de futuro de los socialistas. “Que no nos confundan con la estrategia del lío, de calentar los ánimos, de intentar desgastar utilizando la mentira. El PSOE y Carracao son unos mentirosos, digámoslo claro... El PSOE de Ceuta es un liante. Quitémonos la careta. Cuando dentro de un año no se haya privatizado la sanidad ni su gestión, ¿qué dirán? Ya lo digo yo: que no se habrá hecho porque él lo denunció”, acusaba ayer Márquez.
Sobre la conexión entre el supuesto plan privatizador y el exconsejero Lamela, el diputado afea a los socialistas que intenten “atar cabos sueltos para así encontrar argumentos”. Frente a esa teoría, recordó que las adjudicatarias del concurso son “empresas legales, con sus documentos en orden, que no pueden estar sujetas a prejuicios ni al partidismo barato”.