El diputado por Ceuta en el Congreso, Francisco Márquez, ve una solución “razonable y aceptada por todos” al conflicto suscitado en el Parador Muralla a raíz, por una parte, de la apertura de un expediente de regulación de empleo (ERE) y por otra del cierre de su comedor. “Creo que hemos sido capaces de haceder ver a la dirección nacional de Paradores de que el hotel Muralla es un establecimiento singular en su red”, ha explicado el parlamentario a los micrófonos de COPE Ceuta. Y es que “con prudencia, moderación y discreción hemos conseguido una mejor solución que la que se proponía en un principio”, recuerda.
“Estas gestiones se han venido haciendo desde el primer momento y siempre hemos intentado hacer ver que la singularidad del Muralla, y sobre todo de su restauración, que no es un servicio que se le ofrece solo a los clientes del hotel, sino que también es muy importante para la ciudad y para su oferta turística”. En este sentido, asevera que lo que ha quedado “encima de la mesa” y pendiente únicamente de flecos es que se “modifique” la oferta gastronómica ofrecida por el servicio de restauración, unos cambios en el servicio de cubiertos “ajustados a los nuevos tiempos” y asequibles “a todos los bolsillos”. “Creo sinceramente que entre todos, entre el presidente de la Ciudad, el consejero con responsabilidad en Turismo, Premi Mirchandani, y yo mismo, hemos hecho ver la necesidad de que el Parador de Ceuta no corra la misma suerte que otros”, añade.
Lo cierto es que el Muralla no corre riesgo de cierre “total o parcial” como si está ocurriendo en otros establecimientos de la red de Paradores, “una red que se encontraba en quiebra prácticamente cuando llegó la actual dirección”, explica Márquez, quien culpa directamente de la situación no solo del Parador de Ceuta sino del resto a la “actitud irresponsable” de la anterior dirección durante la legislatura de Rodríguez Zapatero, “y que ha llevado a Paradores Nacionales de una situación de superávit a la quiebra y precisamente por eso se propuso un expediente de regulación de empleo como salida intermedia y para evitar el cierre de todos los establecimientos, incluido el nuestro, y la pérdida de todos los puestos de trabajo”, matiza. “De no haber hecho esto la sociedad se habría disuelto”, añade.
Siete trabajadores se acogen al ERE voluntariamente
Finalmente han sido siete los trabajadores del Parador Muralla que han decidido acogerse de forma voluntaria al expediente de regulación de empleo, cuyo plazo para acogerse a la baja voluntaria finalizó ayer miércoles. Márquez augura que precisamente por esta cifra la solución sería “mucho menos gravosa y perjudicial” para los intereses de la plantilla ceutí, compuesta en estos momentos por unas cincuenta persona a media y a jornada completa.