Semanas antes de morir ahogado, Marouane Aasem compartía en su perfil de Facebook la
desaparición de Yassin Dezzaz, su vecino en
El Jadida (Marruecos)
fallecido en la ruta a Ceuta. Las vueltas crueles que da el destino llevaron a que este lunes 8 de abril, fuera Marouane
el que perdiera la vida en la orilla de Fuente Caballos. En pocas semanas habría cumplido 26 años. En su tierra, su hermana y su madre lloran la ausencia de un joven deportista, muy apreciado, que tenía como único objetivo en la vida poder mantenerlas. Por eso se echó al mar, para buscar un trabajo en España con el que sacarlas adelante. El pasado lunes, agentes de la Guardia Civil localizaban su cuerpo sin vida enfundado en un traje de neopreno, con aletas y un flotador infantil. Su familia ha reconocido el cuerpo de Marouane por imágenes y ahora aspira a conseguir su
repatriación para rezarle y enterrarlo en su tierra.
El Jadida, tierra marcada por la tragedia
De El Jadida han partido muchos jóvenes, muchos de ellos menores de edad,
que han perdido la vida en rutas de la inmigración que se convierten en temerarias. Los medios de comunicación publican las crónicas de quienes ya no volverán a sus hogares, generándose una auténtica sangría entre la juventud. Procedente de una familia humilde, Marouane era muy deportista. De hecho, desde pequeño logró varias medallas en distintas competiciones. La falta de recursos para salir adelante hizo que emprendiera esta marcha desde su país. El último mensaje lo envió a una familiar confiando en lograr esa meta, sin saber que sería el último de todos. La querencia familiar pasa ahora por conseguir la repatriación del cuerpo para ver de nuevo a aquel joven que buscaba un futuro para su madre y su hermana, pero que terminó ahogado a su llegada a Ceuta.