Tras su visita a la
Delegación del Gobierno de Melilla, el ministro del Interior ha anunciado que se procederá a "la expulsión de aquellos que no tengan derecho a permanecer en nuestro territorio". Esto con el propósito de "proteger a quienes tengan derecho a ser protegidos". Fernando-Grande Marlaska ha viajado este sábado a Melilla para "analizar sobre el terreno la situación" después de que la valla fronteriza haya sufrido tres jornadas consecutivas de presión migratoria con intentos de entrada en los que han participado, en total, unos 4.700 inmigrantes, una situación que tampoco es extraña en Ceuta. El ministro del Interior ha hecho estas declaraciones al referirse
a los saltos a la valla que han ocurrido en Melilla en el transcurso de esta semana, cuyo balance da cuenta del ingreso de 900 subsaharianos, con un saldo de 53 agentes que resultaron heridos. El Ministerio del Interior ha dicho que hará "aplicación de la Ley" con los inmigrantes que han accedido a Melilla de manera irregular en los dos saltos a la valla de esta semana, por lo que expulsará a quienes no puedan seguir en España, y dará protección a quienes sí tengan derecho a ello. A preguntas de los periodistas durante su visita a Melilla, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dejado claro que España, como Estado de derecho, "aplica la ley nacional y la ley internacional". Con aquellos que no tengan derecho a permanecer en España, ha informado de que se procederá "en los términos de identificación y, por supuesto, de expulsión" en esa aplicación de la normativa. Asimismo, el ministro ha asegurado que España protegerá "a quienes tengan derecho a ser protegidos internacionalmente" por pertenecer a colectivos vulnerables. De ahí que, además de ese cumplimiento de la ley en cuanto a Extranjería, ha defendido que también se lleve a cabo la protección de las fronteras, de los agentes y de los colectivos vulnerables que deban ser protegidos internacionalmente. Cabe recordar que en el caso específico de Ceuta,
a partir de la crisis de mayo desde la ciudad han salido alrededor de 360 marroquíes devueltos a Marruecos, a lo que se suman más de 2.500 hacia la Península, como solicitantes de asilo. En lo que respecta a los retornos voluntarios, estos se cifran en unos 9.500.