Categorías: Colaboraciones

Mariano Bertuchi y el Estrecho de Gibraltar

TRAS   las guerras napoleónicas de comienzos del siglo XIX, las tierras situadas al sur del Estrecho se convirtieron en foco de atracción de las potencias europeas.  El desembarco de Francia en Argelia en 1830 y Túnez en 1881, desembocó en la Conferencia de Berlín de 1885 convocada por  la propia Francia y el Reino Unido y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de resolver tanto los problemas que planteaba laexpansión colonial en África como su repartición.
Las dudas sobre Marruecos se aclararon en la Conferencia de Algeciras de 1906. En esta Conferencia la derrotada España del 98 volvió su mirada hacia este lugar tan emblemático y a partir de 1907 se organizaron diversos Congresos Africanistas con el fin de solventar los problemas culturales relacionados con este país.
Unos años atrás, en 1902, el notable arabista y autor de España en África y del maravilloso Perlas Negras –se puede consultar en la magnífica biblioteca de Ceuta-, Antonio Ramos y Espinosa de los Monteros (Ceuta, 1872-1919) dejó escrito: “España no puede pararse, porque pararse es morir; no puede esperar porque la esperanza es duda, y de ahí que yo elabore la vida de nuestra patria a mi manera, con toda la actividad de una fiebre”. Por su parte, el escritor Fernández Santos llegó a comentar: “África nos llama porque está ahí, al alcance de la mano, tan solo con pasar el Estrecho. Pues ya se sabe unen más que separan y un brazo de agua une más que cien leguas de tierra”.
Estas ideas y formas de ver las tierras del sur del Mediterráneo se hicieron más patentes aún entre los artistas, y con ellos nació el orientalismo. Pintores como Eugène Delacroix, Jean-Léon Gérôme o Alexander Roubtzoff se recrearon en representaciones de todo tipo de motivos ambientados en escenarios de los países árabes del norte de África y Oriente Medio. Este estilo tuvo su momento cumbre en las Exposiciones Universales de París de 1855 y 1867. En cuanto a España, el orientalismo nació, sobre todo, de la mano del pintor de Reus Mariano Fortuny a raíz de la Guerra de África (1859-1860), siendo seguido por una legión de artistas, entre los que brilló con luz propia su paisano José Tapiró.
En lo referente a los artistas andaluces esta corriente caló, si cabe, de forma más honda, toda vez que lo andalusí seguía presente en estas tierras del mediodía peninsular. El pintor vallisoletano Francisco Prieto Santos, afincado luego en Cádiz hasta su muerte, después de trasladar a sus cuadros la temática de Tetuán, apuntó en 1928: “¡Ah! Marruecos es el ideal para un pintor andaluz sediento de luz y color. Este colorido de Andalucía empalidece ante el contraste y la violencia del africano. Yo vengo entusiasmado!”. Y esas mismas sensaciones tuvo Cruz Herrera desde muy joven: “Yo nací en La Línea de la Concepción (el año no lo digo y así salgo ganando). Desde la terraza de mi casa, contemplaba las montañas azules de África como algo misterioso que me atraía y adivinaba los miles de asuntos maravillosos que aquellas tierras descubrirían ante mis ojos, que anhelaban mirar y estudiar de cerca”.
A todo ello no quedó ajeno Mariano Bertuchi (Granada, febrero de 1884-Tetuán, junio de 1955), que nació  en el barrio granadino del Realejo a los pies de la Alhambra y el Generalife, a unos pocos metros donde había vivido Mariano Fortuny, del que Bertuchi se sintió fiduciario desde muy joven y al que siempre quiso emular en cuanto ser el notario artístico de la presencia de España en Marruecos.
Mientras el joven Mariano crecía dibujando y pintando, “Yo aprendí a dibujar antes que a escribir”-comentó en más de una ocasión-, también en Granada seestaba viviendo una vigorosa corriente intelectual con respecto al Norte de África. La Unión Hispano-Mauritana, presidida por el doctor arabista Antonio Almagro Cárdenas, sacó a la luz en 1880 el periódico hispano-marroquí La Estrella de Occidente, con una edición española para la península y otra árabe para Marruecos. Siguiendo esta estela nace El Eco de Ceuta en 1883 y dos años después El Eco Mauritano de Tánger. Años más tarde, estamos en 1892, tuvo lugar en Granada la conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América; no obstante, la coyuntura fue aprovechada para promover el primer Congreso de Africanistas y la Exposición Morisca; al que le van a seguir otros más. Así pues Bertuchi creció impregnado de este ambiente y en su estudio granadino no faltaron referencias a la cultura andalusí: allá una espingarda, acá una gumía, en la pared un plato de Safi, más allá una rica y exuberante alfombra... Todo ricamente decorado hasta la saciedad haciendo honor al “horror vacui” del arte y la artesanía musulmanas.
El primer contacto del joven Bertuchi con el Estrecho de Gibraltar tuvo lugar en las Navidades de 1898, cuando realizó un viaje a Tánger a raíz del ofrecimiento que le hizo Aníbal  Rinaldi, el que fuera intérprete del general O’Donell, amigo de su padre José, por haberle realizado un retrato. Por su parte, su padre era un hombre de ciertas inquietudes dentro del mundillo artístico granadino, era aficionado a la pintura -“aunque tuvo la inteligencia de dejarlo pronto” llegó a comentar su propio hijo-, y a la fotografía, realizando algunas exposiciones fotográficas en el Liceo Artístico de la ciudad del Darro, estando siempre atento a la formación artística del joven Mariano.
Aquel primer viaje a Tánger lo marcó para siempre y, a partir de entonces, cualquier excusa era buena para volver a Marruecos. En este sentido, recordemos los viajes de 1900, 1901, o los relacionados con las llamadas guerras civiles marroquíes de 1903 y 1908 (trabajos publicados en la Ilustración Española y Americana que se conservan en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid) que le empezaron a dar cierta fama en los círculos artísticos y ganar algunos premios. Precisamente en 1908 se casó en Málaga con Esperanza Brotons Espinosa y en 1909 nació Fernando, el que sería su único hijo.
Parece ser que el clima de la casa malagueña no le sentaba bien al pequeño Fernando y resolvieron cambiar de aires. Entonces la familia visitó San Roque, donde Esperanza tenía diversos intereses inmobiliarios, y decidieron instalarse en una blanca casa de balcones cerrados con  elaboradas herrerías y pequeño patio sustentado por columnas toscanas de la calle Libertad de la ciudad campogibraltareña, que Esperanza había heredado.
La familia Bertuchi se avecinó en San Roque en septiembre de 1911 y rápidamente encajó en la sociedad sanroqueña: el aún joven Mariano –tenía 27 años- realizó un magnífico paisaje al óleo de Gibraltar, el Estrecho y las costas africanas de fondo, que le sirvió de tarjeta de presentación en la sociedad sanroqueña, donde fue acogido con los brazos abiertos. Mientras tanto, el 12 de noviembre de 1912 se firmó el Tratado hispano-francés que repartía las zonas de influencia de los respectivos protectorados en Marruecos.
Durante su estancia en San Roque efectuó numerosos viajes por Granada, Málaga, el valle del Guadalquivir y del mismo Campo de Gibraltar, que le sirvieron para nutrir de paisajes y temas costumbristas diversas exposiciones; recuérdense las series de Costumbres Andaluzas, de Escenas Taurinas y de Paisajes del Campo de Gibraltar que fueron editadas en Barcelona por Barguñó y Coll Salieti en formato de tarjeta postal. Pero Bertuchi no se olvidó de su querido Marruecos y en febrero de 1913 dejó testimonio pictórico de la entrada del general Alfau en Tetuán -cuando Luciano López Ferrer fue nombrado Alto Comisario en junio de 1931 estaba al frente del consulado de Gibraltar, y en un lugar preeminente de su despacho figuraba un cuadro de Bertuchi “en que se representa con vigorosas pinceladas el momento histórico de la toma de Tetuán. Sin un tiro, sin una estridencia. En el cuadro, entre generales y moros notables, se ve a un joven diplomático”-. Dos meses más tarde hizo lo propio de la entrada del Jalifa en Tetuán.    
Además realizó numerosos trabajos de la cara Norte del Estrecho: diversas marinas y vistas de la bahía de Algeciras y de Gibraltar y de sus costas. Entre la abundante obra destaca una imagen nocturna realmente curiosa del Peñón durante la Primera Guerra Mundial con la iluminación antiaérea, que fue publicada en La Esfera. Cabe resaltar que el marinismo estuvo muy presente en Bertuchi; en sus tiempos de estudiante en la Academia de Bellas Artes de Málaga, donde conoció al que sería su futuro maestro en Madrid Muñoz Degrain, había sido discípulo de Emilio Ocón quien fundó la escuela marinista malagueña que tantos frutos daría. Ocón fue alumno del Carlos de Haes entre 1863 y 1867 y del belga Cleiss en los Países Bajos.
Mientras tanto, en los continuos viajes que iba realizando a Marruecos iba comprobando como Ceuta empezaba a crecer con el ímpetu propio de ser la puerta del Protectorado. En 1910 el Gobierno de Canalejas, viendo los futuros planes de España en Marruecos, decidió suprimir el Penal de Ceuta; supresión que no se llevaría a cabo definitivamente hasta principios de 1912, cuando los últimos cuatrocientos presos fueron trasladados a otras prisiones; de ahí que una popular calle ceutí lleve el nombre del citado presidente del Gobierno. A partir de entonces las obras públicas se incrementaron de forma espectacular, así como el comercio y la industria, lo que supuso un aumento de la mano de obra y con ella un sustancial ascenso de la población, que en pocos años pasó de los 24.000 habitantes de 1910 a los más de 35.000 habitantes de 1920.  
La familia Bertuchi no quedó ajena a esta corriente migratoria, y acabándose el verano de 1918 se instaló en Ceuta. El atractivo de la ciudad norteafricana era enorme: el ferrocarril, el puerto, las nuevas edificaciones, hacían que cientos de familias buscasen nuevas oportunidades al abrigo de este desaforado crecimiento.
Ya en Ceuta Bertuchi también encajó rápidamente; se hizo socio del Casino Africano, que tenía su sede en la Casa de los Dragones, y empezó a recibir numerosos encargos pictóricos; entre ellos el archiconocido Panorámica de Ceuta (116x195 cm.) que le hizo el Ayuntamiento de Ceuta en 1920, al cual llegó a pertenecer comoConcejal y Teniente Alcalde, aunque por poco tiempo. Precisamente en el mes de octubre de ese mismo año acompañó al general Berenguer -al que Bertuchi le hiciera un retrato ecuestre con el uniforme de Regulares- para dejar testimonio de su entrada a Xauen, a la par que ilustró el primer y único número de El Eco de Chefchauen. En aquellos momentos el reconocido africanista Tomás García Figueras dijo de Bertuchi que era un ceutí más.
Pasados los difíciles años tras la derrota de Annual (1921), donde el general Silvestre –al que también Bertuchi le hizo un magnífico retrato en 1919 cuando era Comandante General de Ceuta –dejó su vida junto a varios miles de españoles y rifeños, en julio de 1927 tuvo lugar la definitiva pacificación del Protectorado español y en enero de 1928 Bertuchi fue nombrado con carácter interino Inspector de Bellas Artes del mencionado territorio. No obstante, desde unos meses atrás estuvo viviendo entre Ceuta, Tetuán y Sevilla, donde se estaba construyendo el Pabellón Marroquí para la Exposición Iberoamericana de 1929, diseñado por él y firmado conjuntamente por el arquitecto José Gutiérrez Lescura. Ya en 1930 se instaló definitivamente en Tetuán y en enero de 1932 Luciano López Ferrer, a la sazón Alto Comisario, lo confirmó oficialmente en su cargo de Inspector de Bellas Artes; a la par, va dejando el Estrecho para centrarse en las muchas responsabilidades que le demandaban sus cargos. No obstante, sobre esas fechas el Comité Oficial de Turismo de Ceuta le encargó la confección de un cartel que resaltase los atractivos de la ciudad. Y Bertuchi no defraudó: desde el monte Hacho la vista de Ceuta es espectacular, rodeada por las aguas del Estrecho. Además realizó, entre otras obras, una acuarela panorámica de la ciudad y su puerto con el Estrecho como fondo, y en 1926  tres óleos dedicados a las artes de pesca en las costas ceutíes titulados Pesca en el Estrecho, La Atunara y La Almadraba, éste último propiedad de la Ciudad Autónoma y ubicado en el Museo de Ceuta.
Como es de sobra conocido, Bertuchi desarrolló desde Tetuán una labor de gran calado; recordemos, no sólo sus cientos y cientos de cuadros que realizó del mundo marroquí con una visión tan respetuosa y certera, sino su afán por la conservación y el fomento de su patrimonio, la gran labor al frente de la Escuela de Artes Marroquíes, la creación de la Escuela Preparatoria de Bellas Artes, la creación del Museo Marroquí y su colaboración con numerosísimas entidades e instituciones para el fomento de su querido Marruecos… Una obra realmente enorme, nos atrevemos a señalar que titánica, que merecerían incontables páginas de elogio, hasta que falleció en Tetuán el 20 de junio de 1955, debido a una fatídica diabetes que le atenazó durante los últimos años de su vida.
Aunque don Mariano fue enterrado en el cementerio católico de la capital del Protectorado Español, tras la independencia de Marruecos (abril, 1956) sus restos fueron trasladados primero a Málaga, al panteón familiar del cementerio de San Miguel y, posteriormente, al cementerio de igual nombre de San Roque. Allí reposan, acariciados por las brisas del Estrecho, en un nicho que él mismo comprara en 1916, y desde donde se puede contemplar sus queridas tierras norteafricanas en las que ha dejado una huella indeleble. Es más, don Mariano, con su ingente labor en Ceuta y Marruecos, dejó trazado un sólido y firme puente espiritual entre las dos orillas de su amado Estrecho.

Entradas recientes

El Ceuta presenta las nuevas equipaciones para la temporada 24-25

Una presentación por todo lo alto, eso es lo que ha sido la exhibición de…

19/07/2024

La Virgen del Carmen del puerto, hasta Benítez arropada por su barrio

Hoy era el día de la barriada Junta Obras del Puerto que, como cada año,…

19/07/2024

Amparo Martínez Selva muestra su obra en el Museo

Amparo Martínez Selva es la autora de la exposición que se podrá ver durante las…

19/07/2024

El RING-7 no se olvida de los suyos ante la Virgen del Carmen

El Regimiento de #Ingenieros n° 7 (RING-7) de la Comandancia General de Ceuta (Comgeceu) participó…

19/07/2024

¿Cuánto dinero en efectivo me puedo llevar de vacaciones sin miedo a sanciones?

Para los muchos ciudadanos de Ceuta que en estos momentos se disponen a disfrutar de…

19/07/2024

En paradero desconocido: Daoud se perdió en el mar

El reloj marcaba las 22:00 horas cuando Daoud Bouzid se echó al mar, así como…

19/07/2024