La imagen de María Santísima de la Caridad nació de la gubia de Antonio Castillo Lastrucci en 1948 como virgen del Carmen, para recibir culto en la parroquia de los Remedios, por poco tiempo pues fuiste relegada a un almacén,bendita idea quien la tuviera, pues gracias a ella llegaste a nosotros.
El 8 de diciembre del año 1969 y de la mano de Valentín Cabillas Cabas, tesorero de la Hermandad de la Flagelación, se formaliza la compra de la talla propiedad de José Antonio González López; más conocido como Pepe Remigio, por la cantidad de 15.000 pesetas. Había que ponerle un nombre y como el hermano mayor de aquellos años, José López Maldonado,
guardaba un entrañable recuerdo de su madrina, Isolina de la Caridad, que era devota de la patrona de Cuba, a Pepe López se le ocurrió llamarla Caridad en memoria de su madrina cubana, y así llegó nuestra “Cari” a nosotros.
En 1988 sufrió su primera intervención profunda en el taller de Sucesores de Castillo Lastrucci. Aunque esta restauración estuvo motivada por la aparición de xilófagos en la talla, se aprovechó para eliminarle el cabello original tallado por Castillo para adecuarla a su nueva condición de dolorosa.
La imagen fue trasladada a Sevilla en octubre de ese año, regresando a Ceuta el 11 de febrero de 1989, siendo presentada a los fieles y bendecida de nuevo el 16 del mismo mes. En 1991 se le efectúa una segunda restauración, esta vez el encargado de realizarla fue el profesor Juan Manuel Miñarro López.
Una curiosidad sobre la Caridad son sus lágrimas; nacida como Virgen de gloria no las tiene, aunque en varias ocasiones, incluidas las dos intervenciones antes citadas, se les han puesto con idea de acercarla a su papel de Dolorosa, aunque siempre se les han caído… parece que la “Cari” no quiere lágrimas.
La incorporación de la Virgen a la Hermandad data del año 1969 y aunque su compra se formalizó en el mes de diciembre, ese año ya procesionó en Semana Santa como titular de la Hermandad de la Flagelación, esta primera salida se realiza desde el Santuario de Ntra. Sra. de África, sede canónica de la Hermandad hasta el año 1976, que pasó a ser la Santa Iglesia Catedral.
En sus primeros años procesionó de una forma muy humilde, con la mayoría de los enseres prestados. En 1978 salió por primera vez bajo palio, muy modesto, de terciopelo azul con varales realizados con tubos de aluminio de fuselaje de avión, regalados por la Hermandad de las Penas, habiendo pertenecido a su Dolorosa en la época en la que también se denominaba de Loreto y era patrocinada por el cuerpo de aviación; de ahí la curiosa materia prima de aquellos primeros varales. Hasta los primeros años de la década de 1980 las flores eran de plástico y las velas se disponían de metal pintados de blanco, hasta que el Miércoles Santo de 1996 estrenó una auténtica candelería formada por candelabros de metal plateados cincelados en el taller sevillano de orfebrería regentado por Manuel de los Ríos Navarro.
Al año siguiente 1979 María Santísima de la Caridad procesionó por primera vez a hombros de costaleros, hasta ese año la mayoría del ajuar de Nuestra Señora era prestado por varias hermandades, como fueron Mayor Dolor, Paz y Piedad, Vera Cruz y África, incluso lució durante dos años (1977 y 1978) como saya la casulla del terno blanco “rico” pertenecienteal ajuar de la S. I. Catedral.
Ya en 1980 y gracias al trabajo de los hermanos la Virgen estrenó respiraderos para su paso de palio obra del orfebre Antonio Pérez del Barrio, en el 82, los varales y así hasta 2016 cuya última adquisición ha sido las bambalinas obra del bordador Cesar Gómez-Höhr.
Como dato anecdótico contar que hasta el año 2008 María Santísima de la Caridad nunca se había quedado sin procesionar a causa de la lluvia, si es verdad que el Miércoles Santo 8 de abril de 1981 llovió, y la Hermandad no pudo salir, pero las cosas de aquellos años, salió el Jueves Santo día 9 de abril tras la Cofradía de la Encrucijada, tomando como fondo de banda de música la que llevaba dicha Hermandad y teniéndose que desviar hacia el Paseo Colón para dejar paso a la Hermandad de la Amargura que entonces salía el jueves, produciéndose un pequeño encuentro entre las dos titulares, así que curiosamente las dos imágenes marianas del Miércoles Santo se vieron cara a cara aquel Jueves Santo de 1981.
Y así desde 1969 hasta 2019 han pasado 50 años de devoción mariana por una imagen de la Virgen que nació como Carmen y pasó a ser dolorosa de la Flagelación para ir repartiendo esa Caridad bendita cada tarde-noche del Miércoles Santo por nuestras calles, derrochando esa belleza de Niña del Monte Carmelo que nos hace anhelar la llegada de cada Miércoles Santo para ver su sonrisa iluminar la calle Teniente Pacheco.