María José Aznar: “Lucharé por mantener la excelencia de la Facultad”

María José Aznar es Doctora en Ciencias Económicas. Se postulará pasado mañana como única candidata al Decanato de la Facultad de Educación local.

– Hace 4 años retiró su candidatura al Decanato de la Facultad de Educación, Economía y Tecnología. Ahora es la única aspirante. ¿Qué ha cambiado?

– En el momento en que Antonio García Guzmán presentó su candidatura, la mía ya no tenía razón de ser. Él era hasta entonces vicedecano de Ordenación Académica, y su formación y conocimiento exhaustivo le imprimían un perfil óptimo para asumir la función de decano. Es una máxima universitaria velada el que, cuando la persona más idónea se postula, las demás deben retirarse y dejar el camino expedito y con las menores interferencias para que pueda cursar con la mayor eficiencia la candidatura ideal. Me la apliqué yo.

– ¿Qué balance hace de la evolución de la Facultad?

– Crecimiento, calidad y excelencia. Ha seguido una senda de crecimiento en términos cualitativos gracias a la gestión de un equipo decanal destacadamente solvente, con Antonio García Guzmán a la cabeza. Eso ha redundado en unos indicadores de calidad muy favorables. En el ‘Informe de satisfacción sobre las medidas extraordinarias adoptadas por la Universidad de Granada ante el estado de alarma provocado por la COVID-19’ la Facultad queda en la primera posición de una lista de 27 centros en cuanto al nivel de satisfacción del alumnado. La presencia de la Facultad, los convenios suscritos con la Ciudad y diversas instituciones, la red de programas de prácticas, el contenido de la extensión universitaria, la celebración de actividades académicas excelsas, como lo fueron los actos de conmemoración del 85º aniversario, la continua acreditación del profesorado, el perfil de las promociones de egresados, las relaciones internacionales y otros muchos conceptos que quedan fuera de esta lista no hacen más que apuntar hacia una excelencia en toda regla.

– ¿Cuáles serán sus prioridades si se convierte en decana?

– Mi Programa de Gobierno lo presentaré el viernes en la Junta de Centro que se va a celebrar para someter mi candidatura a votación. Mi gestión va a conjugar las respuestas a las necesidades de los tres colectivos que conforman la comunidad universitaria: estudiantes, profesorado y PAS. Y lucharé, junto a mi equipo de gobierno, por mantener los niveles de calidad que ha logrado el equipo decanal saliente.

– ¿Cuál es el trabajo, o cómo lo entiende usted al menos, de un decano o decana?

– Los Estatutos de la UGR asignan un amplio listado de funciones, pero en una frase se trata de gestionar una serie de recursos humanos, financieros e infraestructurales para lograr que el centro marche óptimamente y pueda cumplir con éxito el objetivo primordial de formar académicamente a las distintas promociones de estudiantes.

– ¿Cree que la UGR como institución, el Rectorado, Granada, tiene la atención justa hacia el Campus de Ceuta?

– Por lo que yo he podido sentir como profesora y coordinadora de titulación, la rectora presta una gran atención al Campus de Ceuta, como prometía en su programa electoral. Una de las pruebas radica en las numerosas ocasiones en que nos visita, la última la semana pasada. Asimismo, el equipo rectoral está presente físicamente aquí con asiduidad, pues muchos de sus miembros nos visitan con frecuencia para apoyar con su presencia. Como institución, pienso que la UGR cumple con el Campus; claro que sí. Pasado algún tiempo veríamos, sobre la base de una mayor información y experiencia, cómo avanzar o mejorar.

– ¿Plantearía la necesidad de poner en marcha nuevos Grados en Ceuta o quizá, en todo caso, de más Postgrados, línea en la que se avanzado en estos últimos años?

– Es un deseo de todo decano aumentar la oferta académica, pero en nuestro caso habría que solventar un problema fundamental: el del espacio, que se va haciendo cada vez más pequeño. El crecimiento natural de los centros que compartimos espacios en el Campus hace que las aulas y los despachos vayan escaseando, por lo que hay que solventar ese problema antes de abordar la implantación de nuevos títulos. Los nuevos usos de una parte de la primera planta del garaje podrán aliviar la situación, al menos temporalmente.

– Profesorado, alumnado y PAS. ¿Cuáles son sus necesidades principales y qué propone?

– Yo diría que, en el caso del profesorado y del PAS, la mayor necesidad estriba en la estabilidad laboral. Respecto al profesorado, cuando se alcanza una estabilidad, bien con la titularidad o con un contrato con vinculación permanente, se entra en una nueva etapa de relaciones en el entorno universitario. Ese hecho es fundamental para imprimir una tranquilidad laboral y poder asumir ciertas facetas que le están vetadas al profesorado no permanente, como por ejemplo asumir un vicedecanato, aunque disponga de la formación y del perfil precisos. Con el PAS sucede algo similar. La solución estaría en el fomento de la estabilidad de ambos colectivos, a través diversos cauces. En el caso del alumnado, es posible que el tema de la acreditación del nivel B1 de lengua extranjera sea un hándicap para muchos estudiantes, que han de recurrir a academias privadas y hacer un esfuerzo especial para cumplir con dicha exigencia. Seguir fomentando las habilidades y la competencia lingüística se hace preciso, para compensar esa necesidad. El tema de las carencias en la dotación tecnológica familiar de que adolece una parte del alumnado, es asimismo un problema, que se puede compensar desde el Vicedecanato de Estudiantes, proponiendo las suficientes medidas compensadoras. Para los/as estudiantes de la Península, que se trasladan a Ceuta para estudiar en nuestro campus, las carencias en cuanto a oferta de alojamientos es también un problema al que prestar atención.

– ¿Comparte la demanda de una residencia para estudiantes al margen de los espacios disponibles en el Campus?

– Totalmente. Todo lo que sea aumentar las infraestructuras estudiantiles tiene mi pleno reconocimiento. Muchos estudiantes son de fuera y debemos garantizarles una buena oferta de alojamientos. Optar por soluciones como esa es plausible y deseable.

– ¿Qué se podría hacer para mejorar el campo investigador?

– Con las posibilidades de acercamiento que ofrece la tecnología, es difícil encontrarse desvinculado de los importantes núcleos de investigación universitarios. Aun así, sí es cierto que la lejanía física tiende a relajar y dificultar el desarrollo de actividades investigadoras. Una solución radica en potenciar grupos de investigación con base en la Facultad, como ya se está haciendo, que ayuden a “tirar del carro” in situ y animen a los investigadores a emprender nuevos proyectos.

– ¿Qué le parece la gestión que en lo que va de este curso en plena pandemia está haciendo la UGR en Ceuta?

– Desde el Rectorado se ha defendido en todo momento que las clases sean presenciales en la medida de lo posible, con algún ajuste. El ‘escenario A’ que planificó la UGR ha dado buenos frutos. En el caso de los grupos más numerosos, como ciertos cursos de los Grados en Educación, este escenario permite que los profesores se encuentren en el aula impartiendo docencia a la mitad del alumnado, mientras que la otra mitad queda en sus casas recibiendo la clase mediante ‘Google Meet’, simultáneamente. Doy mi total apoyo y visto bueno a las medidas de carácter preventivo que se han tomado. Tenemos un Plan anti-Covid muy efectivo. En la segunda ola de la pandemia se dieron algunos momentos de confusión, lo que suscitó cierto temor, pero una vez mejorados los datos sanitarios, nos hemos reafirmado. Doy mi visto bueno a la gestión que de la pandemia se ha hecho en Ceuta por parte de la UGR.

– Usted ha impartido docencia en tres Facultades además de la de Educación, Economía y Tecnología de Ceuta. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene la local y cómo se podrían fomentar sus virtudes y paliar sus ‘defectos’?

– Las virtudes asociadas a nuestra Facultad de Ceuta son muchas. Desarrollamos nuestra actividad en un contexto pequeño donde todos nos conocemos. Hay estudiantes que me han dicho que las clases a veces les parecen privadas, por la proximidad del profesorado. También, espacios como la biblioteca, la secretaría y la conserjería ofrecen ese trato directo y cercano. Se puede funcionar en un contexto que garantiza, en mayor medida que en el caso de otras facultades más grandes, la calidad del proceso de aprendizaje y enseñanza y la calidad de los servicios. En cuanto a los inconvenientes, el más acusado se halla en el continuo reguero de profesores y de PAS que van pasando por Ceuta y que no terminan de establecerse, lo que está en la base de una fuga continua de talentos hacia Granada, exceptuando claro está a quienes lo hacen por cuestión de atender su derecho a la conciliación familiar. Este es un punto importantísimo que tratar a fondo, pero en cuya solución ya no solamente está llamada a intervenir la Universidad, sino que aquí ya tendrían que tomar partido las instituciones locales y la delegación del Gobierno, proporcionando mejoras diversas en Ceuta, que la hagan más atractiva en diversos frentes, para favorecer la decisión de quedarse a vivir en nuestra Ciudad.