Mientras los manjares de la riqueza hacen buen acopio los reyes del mambo, sus súbditos intentan sobrevivir en el devenir de una salida lo antes posible hacia una península ibérica llena de todo el reclamo que les han hecho engordar el ego del futuro perfecto. De ese que solo vale entregar su digno pasaporte de extranjero, para a cambio percibir unos emonumentos que más de uno de los nuestros querría recibir del Estado. Las colas del hambre han dado la vuelta al planeta. Más acentuadas con la visita del virus. La entrada masiva de esos hijos alauitas fue un engaño para poder llevar a un fin. Los dineros prometidos y los que vendrán en el futuro. Mientras la presión sigue en la zona portuaria y por ejemplo esta noche ha sido un asedio total al recinto. Intentaban y lo conseguían por todos los lugares que se han levantado los muros que se decían eran inexpugnables. Pero para ellos no son nada. Y más pensando en el objetivo de salir de Ceuta en “dirección a España”. Aprovechando la buena temperatura del agua, se dejan caer a la misma y buscan, amparados por los huecos de las dársenas, la apertura del Passio Per Formentera y aprovechando los huecos de proa meterse allí para cruzar el Estrecho de Gibraltar y llegar en este ferry al puerto de Algeciras. Punto de partida hacia su libertad. Ahora más que nunca por la crisis tanto sanitaria, como de cierre de frontera por las malas relaciones con los estados de España y Marruecos. Hace tan solo unos días se hizo una redada de más de cincuenta residentes en Marruecos y fueron a ser expulsados, encontrándose con el inconveniente de que no querían aceptarlos sus propios hermanos de nacionalidad. Dando le la media vuelta y a los pocos minutos volver a sus chalet en las escolleras del puerto de Ceuta. Y todos preguntamos ?cuando se volverán a llevar a sus paisanos y darle ese pedazo de pan que desean?. No me extraña las palabras de ellos mismos cuando dicen: “Yo quiero España. Marruecos no”.