Este 18 de febrero de 2024, Asperger España junto a todas sus entidades federadas, hacemos del Día Internacional del Síndrome de Asperger un día de celebración de la diversidad, y también de oportunidad para poner en el foco a las personas Asperger/TEA y sus fortalezas y dificultades, a menudo invisibles a pesar de que la opinión pública y los medios de comunicación se han hecho eco de la realidad que rodea al síndrome de Asperger y proliferan gran cantidad de artículos, libros, series y películas dirigidas al gran público. Es justo reconocer este avance, pero debemos hacer constar que, en muchas ocasiones, se transmite una imagen edulcorada que dista mucho de la realidad cotidiana que vivimos las personas del colectivo, sus familias y las entidades que las agrupan.
Es cierto que las personas Asperger pueden poseer grandes capacidades, muchas de ellas sorprendentes y contradictorias. Destacan por su memoria y en el procesamiento fino de detalles vetados para muchas otras personas; por ello, su rigidez comportamental puede ser canalizada con éxito, a través del buen uso de los intereses absorbentes característicos del Asperger, en muchos campos del mundo laboral convirtiéndose en trabajadores esforzados y cumplidores. Para ello, es indispensable contar con los apoyos necesarios tanto en las etapas tempranas como a todo lo largo de su trayecto por el sistema educativo y, sobre todo, en el acceso al empleo, que es la llave de la vida independiente, la autonomía personal y la participación social.
Y es que es igualmente cierto que la gran mayoría de las personas con síndrome de Asperger han sufrido en algún momento acoso escolar o laboral por vivir condicionadas a una diferencia que les identifica y distingue del resto, y que sus esfuerzos por comprender un mundo ajeno dejan profundas y, a veces, devastadoras huellas en su experiencia vital. Como muchos otros colectivos vulnerables, sus derechos básicos se ven conculcados en muchísimas ocasiones; comprobamos diariamente que las administraciones públicas dan sólo tímidos pasos, y de forma a menudo aleatoria según cada comunidad autónoma, en los recursos y programas destinados a la inclusión social, educativa y sanitaria de una población mucho más numerosa y significativa de lo que se pensaba hace tan solo unos pocos años. En consecuencia, son casi en exclusividad las entidades especializadas, promovidas por familias y/o las propias personas con TEA, las que se ven forzadas a dar respuesta y salida a estas situaciones y a defender los derechos del colectivo.
En este día celebramos la oportunidad de contar en nuestro entorno con ciudadanos y ciudadanas que, más allá de un diagnóstico concreto, son personas originales, creativas y muy valiosas, con mucho que aportar. Por tanto, es imperativo llamar a una mayor implicación de las administraciones, centros educativos, empresas y sociedad en general, como agentes necesarios para generar un cambio que facilite el camino de la inclusión y la participación. Hemos andado mucho, pero nos queda todavía mucho camino por recorrer; os animamos a todos a seguir colaborando en el conocimiento y difusión para que el síndrome de Asperger sea conocido y normalizado en la sociedad en todos los ámbitos de la vida diaria, con todo lo bueno que ello implica.
Feliz 18 de febrero de 2024, Día Internacional del Síndrome de Asperger.