El gerente de la empresa concesionaria de la explotación de la dársena deportiva del puerto, Francisco Javier Martín, volvió a asegurar ayer que Mahersa sigue sin tener conocimiento formal y oficial de la decisión de la Autoridad Portuaria de acabar con el régimen de compensaciones que ha venido recibiendo hasta este ejercicio, postura adoptada a finales del año pasado.
El Consejo de Administración del Puerto decidió entonces poner fin al acuerdo que, desde 2006, eximía a la concesionaria del pago de unos 300.000 euros anuales en concepto de canon atendiendo a diversas circunstancias “sobrevenidas” y que, a cambio, obligaba a Mahersa a mantener un techo en sus tarifas de amarres.
Martín calculó entonces que los precios de los amarres podrían encarecerse “a partir de un 30%” si se consumaba la decisión y precisó que “a los usuarios no se les repercutirá nada más que el canon que haya que pagar añadido a partir de ahora a la Autoridad Portuaria”.
Ayer afirmó no tener novedades al respecto. “Vamos a ver qué condiciones se concreta esa decisión, de la que no tenemos comunicación oficial pese a que nos consta que es un proceso que va a suceder”, explicó, “porque en cualquier caso será algo que haya que hacer jurídicamente bien”.
Fuentes del Consejo de Administración del Puerto han asegurado que Mahersa sí ha recibido la notificación formal relativa a la supresión de las compensaciones, cuyo efecto sobre los precios de los amarres se podría concretar al inicio del segundo semestre de este año.
El gerente de Mahersa sí se negó rotundamente a hacer ningún comentario en relación con la reclamación que la empresa había presentado a la Autoridad Portuaria para recibir una indemnización cuantificada en 1,4 millones de euros por lo locales comerciales que inicialmente se iban a construir junto al desdoblamiento del Paseo de Las Palmeras y que finalmente no recibieron los permisos necesarios para su realización.
Martín tampoco quiso comentar si la adjudicataria llevará o no sus pretensiones al ámbito judicial para ver atendidas sus reclamaciones.
Con la capacidad del puerto base cubierta “al 100%” y tras una serie de temporales que ha reducido al mínimo el tránsito de embarcaciones, el puerto deportivo se prepara ahora para una temporada alta “que esperamos muy buena”.