Madrugada de balsas

La inmigración no tiene un punto y final, a pesar de que haya quien, a lo largo de la historia, se ha atrevido a escribir su último capítulo. Muy al contrario, las presiones son diarias, lo que ocurre es que a veces resultan bien para los inmigrantes y otras se quedan en amago. Si el lunes, en plena celebración de la Pascua del Sacrificio, Marruecos conseguía vetar la salida de un buen número de subsaharianos, ayer la historia se escribía de otra forma, al menos para sus protagonistas.
Entre el periodo comprendido entre las seis de la mañana y las 8.15 horas, Salvamento Marítimo y la Guardia Civil rescataron a 22 subsaharianos a bordo de cuatro balsas playeras. Todos varones, de entre 20 y 30 años, y procedentes de los dos campamentos: de Castillejos y de Beliones, según los testimonios ofrecidos. Algunos rescates más dramáticos que otros, ya que los desarrollados a primera hora de la mañana  pudieron terminar en tragedia.
En ambos intervino la Benemérita. En concreto fue a las 6.32 horas cuando desde el COS se dio el aviso de la presencia de dos balsas cargadas de inmigrantes a unas 4 millas de Ceuta, después de haber salido de las costas de Beliones. En la zona se hallaba la patrullera de la Guardia Civil ‘Cartuja’, adscrita al Servicio Marítimo, que rescató a 5 personas de una balsa y a 4 de otra. La Salvamar ‘Gadir’ escoltó a la patrullera hasta Ceuta donde desembarcaron, a las ocho de la mañana, a las personas rescatadas. Las dos balsas se encontraban a la deriva y una de ellas a punto de romperse. Cuando los agentes actuaron les salvaron prácticamente la vida. Los inmigrantes se encontraban en malas condiciones y hacia sus balsas se aproximaba un carguero. Los agentes no tuvieron lugar a dudas: si hubieran tardado más hoy se estaría escribiendo una auténtica tragedia.
Ya en puerto una unidad de Cruz Roja les examinó, entregó ropa limpia y seca, procediéndose a su traslado a dependencias policiales para ficharlos y posteriormente facilitar su ingreso en el CETI. Uno de los inmigrantes, que portaba una gorra roja que no perdió en toda la travesía, se afanaba en recuperarla ya que la había cogido como amuleto de la suerte. Y lo cierto es que funcionó.
Terminado todo el proceso, se recibía otra alerta, esta vez recogida directamente por Salvamento Marítimo de Tarifa. A las 7.57 el buque ‘Energizer C/S PHAS’ informaba de la presencia de otra patera  a 18 millas de Punta Almina. La ‘Salvamar Gadir’ fue la encargada de rescatar a los seis ocupantes y trasladarlos a puerto deportivo, a pesar de estar ya más cerca de la península que de la ciudad. Los inmigrantes, vestidos todos con camisetas deportivas e incluso uno de ellos con una de la AD Ceuta marcada con el número 10 que durante mucho tiempo lució Platero, habían salido de los montes de Castillejos, emprendiendo rumbo hacia la península. A base de remos habían conseguido burlar el control de la Gendarmería marroquí, pero ya cuando tenían alcanzada la meta fueron interceptados y trasladados hasta la base del puerto deportivo.
Ahí se escribía la misma historia que horas antes. Llegada de Cruz Roja, asistencia social, toma de datos policiales y camino al CETI. Mientras se desarrollaban estas labores, los subsaharianos recuperaban sus pertenencias. Los había que localizaban el dinero que habían guardado en falsos bolsillos cosidos en el interior de los pantalones y otros que los buscaban en sus cinturones, en donde también habían hecho departamentos para garantizar que no lo iban a perder. Mientras hacían estas comprobaciones esperaban la llegada de las unidades policiales encargadas de trasladarlos a la Jefatura Superior. Entre el grupo se descubrió que había un adolescente de 14 años.
Con los 15 subsaharianos ya en el CETI se volvía a producir el tercero de los rescates, aunque en esta ocasión no fue necesario traslado alguno al puerto deportivo. Éste se producía a las 8.15 horas, cuando el pesquero ‘Lisa María’’ contactó con Salvamento Marítimo en Tarifa a través del canal 10 de VHF para informar sobre el avistamiento de una balsa semihundida con 6 varones y una mujer. El pesquero rescató a los inmigrantes y posteriormente fueron transbordados a la ‘Salvamar Alkaid’ que los desembarcó en el puerto de Tarifa.
Todo apunta a que esta balsa tenía relación con la rescatada anteriormente aunque en plena travesía se habían separado teniendo distintos destinos. Que la gran mayoría de los inmigrantes que llegan a Ceuta vistan una camiseta deportiva resulta algo más que una anécdota. Detrás de esta vestimenta se encuentra una cultura, la que refleja el sueño europeo, la libertad, el poder, la mejora económica o la libertad que es en definitiva lo que buscan los sin papeles que intentan olvidar África para alcanzar el otro continente. Lo más común son las camisetas de los grandes clubes, pero siempre hay hueco para los modestos: desde la camiseta del Betis hasta la del Sporting de Gijón o, ayer, para más curiosidad, la del Ceuta, aunque de varias temporadas atrás. Las camisetas significan algo más que el gusto por el deporte, tan extendido entre los inmigrantes; viene a significar lo que ellos buscan, lo que tan sólo el Estrecho les separa. Atención, en el puerto, de cruz roja Los inmigrantes fueron atendidos en el puerto deportivo por los agentes del Servicio Marítimo que les hicieron entrega de bolsas con ropa que da la Cruz Roja. La Benemérita guarda varias de estas bolsas para casos de emergencia. Contienen un chándal y zapatos además de un kit básico.