En esta ocasión, nos vamos a ceñir a todos los acontecimientos que dieron lugar en la organización de la Coronación Canónica de Santa María de África.
No obstante no debemos de olvidar algunos de los acontecimientos surgidos durante la tramitación del expediente:
En primer lugar, la primera documentación remitida al Sr. Obispo ede Cádiz y Ceuta, acompañada de un escrito del Vicario General, tuvo lugar con fecha 7 de Mayo de 1.946. Una vez en el Obispado de Cádiz, el Sr. Obispo ordenó se nos transmitieran unas orientaciones precisas y correcciones sobre los mismos, que en vez de ayuda entorpecieron el natural trámite de los documentos.
Ante la serie de observaciones, del Sr. Obispo D. Tomás Gutiérrez Díez, volvió a sobresaltar al redactor del documento, Sr. Doctoral, D. Gregorio Landaluce, porque pretendiendo obtener la gracia de la coronación canónica de la Virgen, era lógico que estuviese muy presente y en primer lugar el patronazgo sobre Ceuta, solemnemente proclamado en 1.651.
Realizada la definitiva redacción encargada en Cádiz, encargándose el trabajo de simplificación y nueva redacción de tales documentos al M. Ilustre Sr. D. Pablo Álvarez Moya y su versión latina al entonces seminarista D. Francisco Martínez Millán. Este último segum se cuenta se sintió siempre dolorido por no habérsele reconocido por parte de la Cofradía de Santa María de África y del Rector de su Santuario la aportación, ciertamente valiosa, de la versión latina de las preces enviadas a Roma.
Toda la esperanza estaba en celebrar el día 5 de Agosto la solemne Coronación, dentro de la programación que se quería establecer.
Remitidas a Roma las preces, les siguieron repetidas y nerviosas llamadas telefónicas, tanto de la Casa Consistorial como de la Vicaría ceutí.
Y llegó lo que nadie quería: un aplazamiento del día ya fijado de la Coronación. Porque el telegrama recibido en Cádiz el día 23 de Julio , que decía: “Roma-Vía imperial. Concedida Coronación. Calaf” era insuficiente para proceder sin más al solemne acontecimiento.
Primer aplazamiento
Ya era muy tarde; el error de fijar fecha tan cercana para la Coronación, el 5 de Agosto del mismo año, se pagó muy caro.
Tres días después de recibirse el telegrama, el 26 de Julio, y tras reunirse la junta pro-coronación, se acordó informar a Cádiz, no sin cierta amargura, disgusto y desilusión, que la solemnidad tan deseada, se retrasaría hasta el día 10 de Octubre, fiesta de los Santos Patronos San Daniel y Compañeros Mártires.
Esta nueva fecha fue comunicada por D. Tomás Gutiérrez Díz, Obispo de Cádiz y Ceuta al Nuncio Apostólico de su Santidad, en una extensa epístola al mismo tiempo que le invitaba a tan Fausto acontecimiento con estas palabras.” Tanto la Ciudad como un servidor de V.E., tendríamos a grande gala y nos sentiríamos muy honrados con que fuera el Excmo. Sr. Nuncio Apostólico de Su Santidad quien pusiera sobre las sienes de la Virgen de África la Corona con que la coronan sus buenos hijos y presidiera dichas fiestas”.
Quince días transcurrieron sin que el Nuncio contestara la invitación episcopal. Nuevamente se ponía en tensión a todos los que esperaban ilusionados la celebración solemne de la Coronación.
Todas las miradas se dirigían a Roma en espera del anhelado documento, sin el que no se podía realizar la ceremonia. Se hicieron numerosas gestiones para que se activara el asunto. Se localizó en Salamanca al Sr. Calaf para que activara el asunto. El Sr. Calaf afirmaba una y otra vez que él mismo había enviado por correo el precioso documento, por lo que sólo cabía la posibilidad de una pérdida. En Madrid tuvo una larga entrevista con el Nuncio, tomándose la providencia especial de escribir a Roma para que con toda urgencia enviaran una copia.
Segundo aplazamiento
Ante esta inesperada pérdida del Rescripto, y a solo diez días del plazo previsto, por segunda vez, del 10 de octubre, hubo que tomar la decisión de un nuevo aplazamiento.
En la Nunciatura estaban advertidos de que la ciudad de Cádiz tramitaba también en Roma la documentación para la Coronación de su Patrona la Virgen del Rosario. No obstante, recibido en la Nunciatura un Rescripto del Capítulo Vaticano, sin detenerse demasiado en su destinatario, creyeron que era el de Ceuta y el Nuncio se precipitó llamando con urgencia el día 10 de Octubre, comunicando la noticia. La alegría fue grande. El Obispo de Cádiz se aprestó asimismo a comunicarlo a Ceuta, pero poco duró el regocijo, porque una nueva llamada de la Nunciatura declaraba que había sido una lamentable confusión. El Rescripto recibido era de la Coronación de la Virgen del Rosario para la ciudad de Cádiz.
Confirmación de la fecha
Sin pérdida de tiempo el Obispo de Cádiz escribió al Nuncio Apostólico en España, que entre los seis puntos expresados, en el último le indicaba al Nuncio que se tenía señalada la fecha del 10 de Noviembre y “una contraorden sería una desilusión en todos y corre peligro de que fuera mal interpretada, aun por personas de alto prestigio, la palabra de V.E. y mía”.
No fue necesaria la carta del Sr. Obispo, porque en el instante de depositarla en Correos se recibió llamada telefónica del Nuncio anunciando la llegada del Breve.
Fijada de forma definitiva el acto de la coronación para el día 10 de Noviembre se organizaron diversos actos:
Para el día anterior a la gran solemnidad se programaron tres actos: el primero a las 8`30 en el Santuario consistente en una Misa y comunión general; el segundo, Misa Pontifical, al igual que los días del Triduo y el tercero a las 16 horas, traslado de la Sagrada Imagen al Hogar de Nuestra Señora de África, donde permanecería toda la noche, ya que la Coronación estaba prevista el el Estadio Municipal.
Este mismo día 9 se tenía previsto el traslado de la Santa Imagen al Hogar de Nuestra Señora de África para el acto de Coronación en el Estadio a las 10,30 horas y a las 12`00 horas la procesión de la Virgen con el siguiente recorrido: Otero de Nuestra Señora, calle Regulares de Ceuta, Avenida de África, puente del Cristo, calle Generalísimo, Puente Almina, calle José Antonio Primo de Rivera, Camoens, González de la Vega, Cervantes, Ingenieros, Paseo de Colón, Plaza de San Juan de Dios, calle Generalísimo a su Templo.
Pero los elementos naturales intervinieron en el deslucimiento del acto hasta tal punto que obligó a los organizadores a celebrar la Coronación en la Plaza de África a las puertas de la Catedral.
Hay que significar la magnífica fuente de información del libro “La Virgen de África en la Historia de Ceuta”, escrito por el Ilmo. Dr. D. Alejandro Sevilla Segovia, y las fotografías del Archivo de la Ciudad Autónoma.