Un farmacéutico de los antiguos, de los de botica. Así era José Amores García, quien lamentablemente ha fallecido este martes. Más conocido por los clientes de toda la vida que acuden con frecuencia a su farmacia en la calle Padre Feijóo, en la barriada Villajovita, como Pepe Amores, aunque también por todos los vecinos de Ceuta.
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ceuta le entregó el pasado 26 de noviembre, durante la celebración de su Patrona, el escudo de oro del colegio a José Amores García por cumplir 40 años como colegiado. Una amplia trayectoria profesional que mereció la distinción al colegiado decano del Colegio de Farmacéuticos, del que era uno de los miembros más antiguos.
"El año pasado pudimos entregarle el escudo de oro del Colegio. Esto se pospuso un año porque teníamos previsto hacerlo en 2021, pero se encontraba muy enfermo y el año pasado pudimos dárselo. Estuvo en su momento implicado en el Colegio ya que durante unos años fue secretario y una persona muy participativa en las actividades que solemos hacer. Siempre ha sido una persona con criterio y muy dialogante", comenta emocionado Mario de Miguel Zaragoza, presidente del Colegio de Farmacéuticos.
Toda una vida detrás del mostrador ofreciendo consejos, ayuda y repartiendo cariño y buenas palabras al tiempo que medicinas. Amores García ha regentado esta popular farmacia en Villajovita desde las últimas décadas del siglo pasado, "de donde nunca quiso trasladarse".
"Era un farmacéutico de botica de barrio. Pepe ha estado toda su vida profesional en su farmacia de Villajovita, se sentía muy cómodo en su barrio y muy querido y unido a la barriada", recuerda de Miguel.
Un pesar que sienten también sus compañeros de profesión y "aprendices" del Colegio Oficial de Farmacéuticos, quienes han lamentado la muerte de uno de los mejores profesionales de nuestra ciudad. "Pepe es de las personas de las que nadie ha hablado mal nunca, todos le querían. Le vamos a tener todos siempre en nuestro corazón porque era una persona generosa y jovial".
Pepe Amores es muy querido en la ciudad, ya que era una persona que siempre ha ayudado a todos los pacientes y familias. El que tenía algún problema acudía siempre a hablar con él y encontraba un amigo, como los farmacéuticos de antaño que eran casi como de la familia.
Son muchos los vecinos de Ceuta los que, a través de las redes sociales, están mandado sus condolencias y muestras de cariño a la familia, muy conocida y querida en la ciudad.
Desde hace unos años, y tras la jubilación de su padre, siguiendo la tradición de esta conocida familia de farmacéuticos, está al frente del establecimiento su hija.
Era "el alma de donde estaba". "Lo vamos a echar muchísimo de menos", concluye Mario de Miguel.
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