‘Prefiero que seamos amigos’ ¿Quién no ha escuchado en algún momento o a lo largo de su vida esta terrible frase? Luis Mottola, o más bien su personaje, Valentín, tendrá que ser el que asuma el papel de ‘verdugo’ y, con un gran drama, esbozar esas palabras en el transcurso de la obra que lleva por título, precisamente, esa expresión. La presenta en el Auditorio del Revellín a las 21.00 horas junto a una gran coprotagonista, Lolita Flores, para la que solo tiene palabras de halago y junto con la que ya suma 900 funciones cargadas de un rotundo éxito.
–¿Qué se va a encontrar el público que acuda esta noche al Auditorio del Revellín?
–En primer lugar a dos actores que se dejan la piel para que el público disfrute. Nos van a ver a Lolita y a mí pasándolo en grande, porque además la directora, Tamzin Townsend, ha sabido explotar al máximo nuestra vis cómica. Y por otro lado se van a encontrar a Claudia y Valentín, que son una pareja de amigos que tienen encuentros, pero también muchos desencuentros. Es una comedia romántica en la que trabajamos con mucha verdad y cuidando el ‘gag’ del humor que hay constantemente y que hemos ido descubriendo en el camino con el público.
–¿Ha tenido que escuchar alguna vez o, por el contrario, pronunciar la frase “prefiero que seamos amigos”?
–Ambas, aunque es cierto que las circunstancias y la forma de asumirlo cambia con la edad. Sin embargo, aunque parece que cuando te la dicen se puede generar un drama, te hacen un flaco favor, porque es una apuesta por la amistad.
–¿Qué tema se esconde detrás de esta comedia?
–La obra es una comedia prototipo, pero que hace uso del humor para enfrentarse a muchos conflictos y dramas, porque, como en la vida, es mejor asumir los problemas y desdichas con humor. Habla, entre otras cosas, de mujeres que cuando pasan una edad se sienten invisibles o no deseadas por los hombres, y es en parte, una reivindicación de que se sigue vivo a cualquier edad, y que el amor no tiene un número.
–¿Cómo ha sido trabajar con Lolita?
–Es un ser maravilloso, social y humanamente hablando, te hace crecer en todos los sentidos y con ella hay mucha química sobre el escenario. Trabajar a su lado es un placer porque lo haces con la verdad absoluta. Es una profesional que sabe escuchar y tenemos un tándem para hacer reír, lo que genera una magia.
–Parece que en teatro hay una oleada de apuestas por los formatos sencillos, imagino que en parte para reducir costes, es un aviso al futuro teatro que se haga en el país.
–Son alternativas de teatro. Aunque es cierto que se reducen presupuestos y, en cuanto a la movilidad para girar es más fácil. Es evidente que la cultura hay que ajustarla más porque un país sin cultura no avanza. Hemos pasado un período muy duro y ahora creo que comienza un periodo de crecimiento. Sin embargo prefiero no hablar de política y centrarme en la obra.
–¿Qué sensaciones cree que se lleva el público?
–Creo que muy buenas, y hablo con conocimiento de causa porque en todas ellas finalizan en pie aplaudiendo. Esta noche esperamos causar la misma impresión, ya que llegamos con todo vendido y es una gran responsabilidad el poder estar a la altura.