El movimiento ‘Ceuta sin plástico’ se detuvo ayer en las inmediaciones del
CETI, para desplegar a todo su equipo de voluntarios con el ánimo de
limpiar lo que otros manchan. El objetivo es uno: cuidar el medio ambiente, y por él se emplean a fondo personas concienciadas con su respeto a las que no les importa echar horas y dedicar su tiempo libre a conseguir que la naturaleza pueda respirar. El movimiento impulsado por Cristian León salió por los alrededores del centro de estancia temporal de inmigrantes, en el Jaral, para empezar a llenar bolsas y bolsas de basura. Especialmente latas y botellas de plástico, pero también bolsas y restos de coches, carros o hierros. Los ingredientes de un atentado brutal contra el medio ambiente que deriva en riesgos como es la generación de incendios. Y es que en esta zona se han producido ya varios sucesos que han requerido la intervención de los Bomberos, debido a los asentamientos que se producen en el monte y a la acumulación de basura.
Todos los fines de semana
‘Ceuta sin plástico’ se moviliza para repartirse en distintos puntos de la ciudad y hacer lo que todos deberíamos: limpiar. Porque si la concienciación anidada en este movimiento fuera global, no haría falta actos de este tipo ni lamentaríamos sus consecuencias.
Salidas cada domingo
Además de salidas extraordinarias de limpieza de basura, Ceuta Sin Plástico organiza cada domingo salidas al monte y a las playas. Por ello, llaman a cualquier persona interesada a apuntarse a través del grupo de Facebook –de acceso abierto-. Estas actividades que parecieron ser una ‘tendencia viral’ durante algunas semanas se ha consolidado como un ejercicio sano de cultura cívica para los ceutíes implicados en la lucha contra el cambio climático. Estas acciones de limpieza no solo sirven para evitar el daño a la flora y fauna autóctona, sino que resulta vital para proteger zonas de matorral y bosque de los posibles incendios forestales.