Se llaman Noelia, Julio, Ángel y Sergio Torrecillas. Cuatro hermanos que desde julio del año pasado solo tienen un deseo, una querencia: conseguir que se les entreguen las pertenencias de su padre, fallecido en Motril (Granada). Su lucha es constante desde ese momento: llegaron incluso a permanecer varios días concentrados en la calle ante la vivienda de su progenitor para que “la que dice que es su pareja” les permitiera entrar en el hogar y recuperar objetos personales de su padre. “Queremos tener todo lo que era de nuestro padre, sus cosas personales, pero se niega a dárnoslas”, denuncian los hermanos, que permanecen unidos en este mismo objetivo. Hasta el momento solo se les ha presentado un inventario de objetos que “no se corresponden con la realidad” por parte de “quien dice era su pareja, cuando no es albacea de los bienes de nuestro padre, decidiendo así lo que es y lo que no es de él. En ese inventario faltan muchas cosas, por eso pedimos justicia”. En la declaración de herederos, el fallecido dejó todo a sus hijos y a la madre de ellos. Tanto las propiedades como el dinero, pero para Noelia, Julio, Ángel y Sergio hay algo mucho más importante que todo eso: disponer de lo que era de su padre. Disponer de sus efectos más personales. En Motril presentaron denuncia por un presunto delito de apropiación indebida contra quien tiene las pertenencias de su padre. Se inició un proceso penal que terminó con la decisión del magistrado granadino de inhibirse a favor de un juzgado de Ceuta, puesto que se consideró no competente. Ahora, los hermanos han sabido que se ha dictado un auto de sobreseimiento provisional, emitido por el juzgado que asumió el caso, sin que ellos siquiera hayan podido declarar. “Se nos está vulnerando nuestro derecho a una tutela judicial efectiva y creando indefensión”, lamentan. El siguiente paso ha sido presentar recurso al juzgado contra ese sobreseimiento porque quieren tener voz, quieren expresar sus sentimientos, quieren ser simplemente escuchados, algo que hasta ahora no se ha producido. Los hermanos Torrecillas no cesarán en su intento por conseguir que se les escuche, que se atienda una petición sencilla: “Seguimos sin nada, diez meses después. Solo queremos lo que era de nuestro padre”. Varios medios de comunicación nacionales se interesaron por su historia, por la de estos cuatro hermanos que seguirán, insisten, luchando por los recuerdos de su padre.